El Partido Liberal de Canadá se dispone a elegir este domingo a Mark Carney, un exbanquero que se adentra por primera vez en el mundo político, para reemplazar a Justin Trudeau como primer ministro. Este cambio de liderazgo ocurre en un contexto donde Canadá enfrenta una guerra comercial provocada por Donald Trump, expresidente de Estados Unidos.
Carney, de 59 años, se presenta como el favorito en una votación que decidirá quién liderará el partido de centroizquierda que gobierna Canadá. Tras una década en el poder, Trudeau anunció su renuncia en enero, en medio de una situación política convulsa. El ganador de esta elección se convertirá en primer ministro, aunque el traspaso de mando se completará en unos días, una vez que se forme el nuevo gobierno.
Con un historial como exdirector del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Carney ha superado a sus oponentes en recaudación de fondos. Durante la campaña, la cuestión principal ha sido quién está capacitado para enfrentar a Trump y sus políticas.
En su último acto electoral, Carney declaró: «Estamos confrontados a la crisis más grave de nuestra existencia. Todo, en mi vida, me preparó para este momento». Este mensaje, repetido a lo largo de la campaña, busca destacar su experiencia en la gestión de crisis, lo que ha resonado entre los votantes en momentos de incertidumbre económica con su vecino del sur.
Trump ha iniciado una guerra arancelaria contra los países del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y ha declarado repetidamente su deseo de que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos. Estas declaraciones han molestado a muchos canadienses, quienes han comenzado a boicotear productos estadounidenses y evitar viajar a Estados Unidos.
Carney ha captado la atención del electorado gracias a su «experiencia económica y su seriedad», según Stéphanie Chouinard, profesora de ciencias políticas en el Colegio Militar Real de Canadá. «Conoce muy bien los sistemas financieros internacionales y las fuerzas y debilidades de la economía canadiense», añadió Chouinard, quien también mencionó que Carney ha logrado distanciarse de Trudeau.
Chrystia Freeland, exministra de Finanzas y principal rival de Carney, parece tener pocas opciones. Freeland abandonó el gobierno de Trudeau debido a diferencias sobre cómo manejar las agresiones de Trump.
El nuevo líder deberá preparar al partido para las próximas elecciones, que podrían ocurrir antes de octubre. A principios de año, los liberales estaban rezagados más de 20 puntos en las encuestas debido a la inflación y la crisis de vivienda. Sin embargo, ahora compiten estrechamente con los conservadores.
Un sondeo del instituto Angus Reid indica que Carney es preferido por el 43% de los votantes para enfrentarse a Trump, comparado con un 34% que apoya al líder conservador Pierre Poilievre, cuya retórica populista recuerda a la de Trump.
La experiencia internacional de Carney y su enfoque calmado brinda tranquilidad a muchos votantes, lo que podría consolidarlo como el próximo líder de Canadá.
AFP
