Este martes, el Senado mexicano vivió una jornada caótica cuando manifestantes rompieron el cerco de seguridad y las puertas del recinto para interrumpir la discusión sobre la controvertida reforma judicial. A pesar de la expectativa de una sesión tranquila, la mañana estuvo marcada por intensos enfrentamientos y presiones políticas.
Trabajadores del Poder Judicial y ciudadanos que protestan desde hace días en la capital lograron entrar al Senado, rompiendo una puerta con un martillo y entonando el Himno Nacional. La sesión fue suspendida temporalmente en medio de consignas contra la reforma y en defensa del Poder Judicial.
El coordinador del Senado, Gerardo Fernández Noroña, trasladó a los legisladores a otra sede y convocó una nueva sesión para las 9:00 PM/7C con la intención de aprobar la reforma. Las tensiones se elevaron cuando se reveló que el voto crucial para la reforma podría haber sido asegurado a través de la deserción de un senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien será reemplazado por su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, que anunció su apoyo a la reforma.
Este cambio de voto ha generado una ola de acusaciones de coacción y un supuesto pacto de impunidad. La reforma, ampliamente criticada por sus implicaciones para la independencia judicial y la posible influencia política en las cortes, enfrenta una creciente oposición tanto en México como a nivel internacional.
La votación final en el Senado se prevé para hoy miércoles, mientras el debate sobre la reforma continúa acentuando las divisiones políticas en el país.