El gobierno de Chile ha decretado el estado de emergencia preventivo y el toque de queda nocturno en varias regiones de la zona centro-sur, como medida para prevenir posibles incendios ante la ola de calor extremo que se espera para el fin de semana.
Desde el palacio de La Moneda, el presidente Gabriel Boric declaró: «Estamos enfrentando condiciones de alto riesgo de incendios forestales, en particular en la zona centro-sur del país, y por ello es necesario que todos colaboremos en las tareas de prevención con mucha seriedad».
La Dirección Meteorológica de Chile emitió una alerta roja para este fin de semana, debido a temperaturas que podrían alcanzar los 40 grados centígrados en varias regiones, superando en más de 10 grados la media esperada para esta época del año.
El estado de emergencia preventivo se ha impuesto desde el sábado en las regiones de Ñuble y Maule, situadas a 400 y 300 kilómetros al sur de Santiago, lo que permitirá contar con la presencia del Ejército en labores de patrullaje. Asimismo, en algunas localidades del sur, específicamente en la región de La Araucanía, se ha decretado un toque de queda nocturno debido a «indicios de incendios intencionales», como indicó el presidente Boric, lo que permitirá resguardar la seguridad de las personas y aumentar el control sobre posibles acciones delictivas.
El mandatario advirtió que quienes sean sorprendidos en acciones negligentes o intentando causar un incendio de manera deliberada, serán perseguidos judicialmente y podrían enfrentar hasta 20 años de cárcel, además del desprecio de la población.
Chile ha enfrentado históricamente incendios debido a su abrupta topografía, extensos bosques y su clima. Sin embargo, desde 2010, la frecuencia e intensidad de estos eventos han aumentado, según la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Factores como el cambio climático, una megasequía que dura más de una década, y la expansión de la llamada «interfaz urbano-rural» han contribuido a esta situación, de acuerdo con expertos.
El gran punto de inflexión ocurrió con los megaincendios de 2017, que devastaron casi 600.000 hectáreas en el centro-sur y modificaron la escala con la que se medían los incendios a nivel global. Los incendios más mortíferos en la historia reciente de Chile ocurrieron hace un año en la región de Valparaíso, dejando un saldo de 136 muertos.
Hasta el momento, siete personas han sido detenidas como presuntos responsables de los incendios, incluyendo varios bomberos y funcionarios de CONAF.
EFE