En una declaración contundente, el presidente de Chile, Gabriel Boric, afirmó que su país no reconocerá los resultados electorales en Venezuela a menos que sean verificables. Este pronunciamiento se realizó poco después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunciara a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, pese a las denuncias de la oposición sobre irregularidades en la transmisión de actas.
Boric manifestó serias dudas sobre los datos presentados por el CNE, calificándolos de «difíciles de creer» y demandando mayor transparencia en el proceso electoral. En un primer boletín de resultados, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, declaró que Maduro habría obtenido 5.150.092 votos, lo que representaría un 51,20% del total, con un 80% de las actas escrutadas.
Según el mismo informe, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González, alcanzó 4.445.978 votos, equivalentes al 44,2%. La estrecha diferencia entre ambos candidatos ha generado controversias y cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral.
La postura de Boric pone de relieve una creciente preocupación en la región sobre la transparencia y la validez de los procesos electorales en Venezuela, subrayando la necesidad de mecanismos de verificación que aseguren la integridad de los resultados.
Esta situación podría tener importantes repercusiones en las relaciones diplomáticas y políticas entre Chile y Venezuela, mientras la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores…
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) July 29, 2024