China ha respondido el martes a las medidas arancelarias impuestas por Donald Trump con sus propios gravámenes sobre hidrocarburos y vehículos estadounidenses, desencadenando así una nueva fase en la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo. En una acción coordinada, el gigante asiático también presentó un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger sus intereses.
La respuesta de Pekín se produjo momentos después de que entraran en vigor los aranceles adicionales del 10% impuestos por Trump a las importaciones chinas. Esta medida, que también incluye aranceles del 25% a Canadá y México, fue temporalmente suspendida a cambio de un mayor control en las fronteras para combatir el tráfico de fentanilo.
El Ministerio de Finanzas de China anunció aranceles del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado, y del 10% sobre el crudo, la maquinaria agrícola, los vehículos de gran cilindrada y las camionetas importadas de Estados Unidos. Según Pekín, las acciones de Trump violan las normas de la OMC y dificultan la cooperación económica entre ambas naciones. En respuesta, el Ministerio de Comercio de China presentó un reclamo ante la OMC, calificando las medidas de Washington como «malintencionadas».
Adicionalmente, China ha iniciado una investigación contra Google por presuntas violaciones a las leyes antimonopolio y ha incluido a empresas como el grupo de moda PVH y el gigante de la biotecnología Illumina en una lista de «entidades no fiables». Además, ha anunciado nuevos controles en la exportación de metales y químicos raros, esenciales para múltiples industrias.
Trump, justificando los nuevos aranceles, afirmó que son una herramienta para presionar a sus socios comerciales a contener el flujo ilegal de drogas y migrantes. Sin embargo, se han alcanzado acuerdos temporales con México y Canadá. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acordaron reforzar la vigilancia fronteriza, lo cual pospuso la implementación de los aranceles.
En una conversación «muy amistosa» con Sheinbaum, se acordó que México desplegará 10,000 elementos de la Guardia Nacional en su frontera norte para combatir el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo. Por su parte, Estados Unidos se compromete a tomar medidas para evitar el tráfico de armas hacia México.
En Canadá, Trudeau ha autorizado el despliegue de casi 10,000 efectivos para proteger la frontera, además de incluir a los cárteles de droga en la lista de organizaciones terroristas y nombrar un «zar del fentanilo».
Esto subraya las tensiones comerciales globales y refleja cómo el riesgo de nuevas disputas podría afectar a las economías de ambos países. Estos desarrollos podrían ser un preludio de más negociaciones, ya que Trump planea comunicarse con el presidente chino, Xi Jinping, para buscar una resolución similar a la alcanzada con sus vecinos norteamericanos.
AFP