El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó recientemente que la cocaína traficada por grupos armados y mafias desde el Catatumbo, una región conflictiva en el noreste de Colombia fronteriza con Venezuela, está contribuyendo al financiamiento de la violencia en Haití. Durante un consejo de ministros transmitido por televisión, Petro explicó que la droga producida en esta área sale directamente por la alta Guajira, alcanzando Haití en cuestión de horas y posteriormente dirigiéndose hacia Miami.
Petro realizó esta declaración mientras presentaba un plan gubernamental para erradicar al menos la mitad de los cultivos ilícitos en el Catatumbo. Esta región montañosa, ubicada en el departamento de Norte de Santander, está plagada con más de 50,000 hectáreas de hoja de coca y es controlada por mafias y grupos subversivos.
En esta área conflictiva, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tiene una presencia significativa, llevando a cabo una ofensiva violenta desde mediados de enero que ha dejado hasta ahora 71 muertos, de acuerdo con cifras oficiales. «Esa es la ruta», afirmó Petro. «El Catatumbo está financiando la descomposición de la República de Haití, por tanto estamos hablando de una estrategia geopolítica, tiene a Venezuela al lado, Haití en el norte y nuestro propio territorio colombiano».
Durante una visita en enero a Haití, Petro pidió «perdón» al empobrecido país caribeño, gravemente afectado por pandillas, recordando el asesinato en 2021 del entonces mandatario haitiano Jovenel Moise, quien fue atacado a tiros por un comando de mercenarios colombianos en su residencia.
Petro busca resolver el conflicto armado interno que persiste desde hace más de medio siglo en Colombia mediante un proceso de diálogo, pero la reciente escalada de violencia ha puesto en duda su estrategia de alcanzar un acuerdo de paz con todos los grupos al margen de la ley. La situación en el Catatumbo y su implicación en la crisis haitiana refuerza la complejidad de los desafíos en su gestión.
AFP