En el barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, la comunidad se reunió este miércoles para despedir a cuatro menores cuyos cuerpos fueron encontrados calcinados en la zona de Taura. Los niños habían desaparecido el pasado 8 de diciembre tras ser detenidos por militares. El sepelio, que se llevó a cabo en el cementerio ‘Ángel María Canals’ en el suburbio de la ciudad, estuvo marcado por el dolor y el fuerte reclamo de justicia por parte de cientos de vecinos.
El martes, la Fiscalía confirmó que las osamentas calcinadas localizadas en Taura correspondían a los menores, que hasta entonces estaban desaparecidos. El hallazgo ha generado una profunda conmoción en todo el país. En respuesta, la justicia ha ordenado la prisión preventiva para los 16 soldados involucrados en la detención de los niños, como parte de las investigaciones en curso.
Las familias de Josué Arroyo, Ismael Arroyo, Steven Medina y Nehemías Arboleda decidieron velar los cuerpos en sus hogares antes de trasladarlos al cementerio. Durante el sepelio, los gritos de dolor y los mensajes emotivos de amigos y familiares reflejaban la profunda tristeza de la comunidad.
Uno de los compañeros de fútbol de los niños recordó su conducta jovial y alegre, mientras un familiar prometía que «esto no se va a quedar así». En medio del sepelio, un amigo expresó el deseo de limpiar el nombre de los menores y exigió que el caso no quede en la impunidad.
La procesión hacia el cementerio, que avanzó por la vía Perimetral de Guayaquil, fue acompañada de cánticos, rezos y lágrimas. Los familiares portaron los féretros a hombros, acompañados por activistas de derechos humanos y vecinos que se unieron para manifestar su apoyo.
El Gobierno de Ecuador ha prometido trabajar para esclarecer el caso y aseguró, mediante un comunicado del Ministerio de Defensa, que se comprometía a llevar el proceso con total transparencia hasta encontrar a los responsables. Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación, calificando el caso como un ejemplo de abuso de autoridad y perfilamiento racial por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
La noticia ha resonado en todo el país, con políticos, activistas, y las municipalidades izando banderas a media asta como señal de luto. La Asamblea Nacional también ha expresado su consternación por los hechos y ha exigido que se haga justicia.
EFE