En Ifrane, un pueblo montañoso de Marruecos conocido como la “Suiza de Marruecos”, la situación de los perros callejeros ha suscitado preocupación internacional a medida que el país se prepara para coorganizar el Mundial de la FIFA 2030. Amina, una joven de 19 años, relata su experiencia diaria con cadáveres de caninos en las calles, un panorama que se ha intensificado en el último año.
Según declaraciones de Amina a CNN, las matanzas han adquirido una frecuencia preocupante. «Antes había tiroteos ocasionales cada pocos meses», afirmó, «ahora son más sistemáticos». Grupos de protección animal sostienen que estas acciones forman parte de una estrategia para “limpiar” las calles del país antes del evento deportivo.
Omar Jaïd, presidente del Consejo Provincial de Turismo de Ifrane, confirmó que la ciudad ha empezado a «limpiar las calles de perros callejeros» como parte de los preparativos para el mundial. Sin embargo, testimonios como el de Amina, quien presenció disparos nocturnos que resultaron en la muerte de un husky conocido, contrastan con las declaraciones oficiales.
Las prácticas han sido condenadas por Les Ward, director de la Coalición Internacional para la Protección del Bienestar Animal, quien describió métodos de exterminio que incluyen envenenamiento en dispensarios municipales. El Ministerio del Interior de Marruecos, por su parte, defiende la necesidad de controlar a los perros callejeros debido al riesgo de rabia, pero reconoce que la gestión recae en las municipalidades, creando un «vacío legal» en la aplicación de métodos humanitarios como el programa de Captura-Esterilización-Vacunación-Liberación (CEVL).
Incidentes recientes como el de Abderrahim Sounni, un barista herido por disparos mientras un perro era perseguido, subrayan los riesgos no solo para los animales sino también para los ciudadanos. Este contexto ha llevado a que organizaciones como PETA y personalidades reconocidas condenen las matanzas y a que se inste a la FIFA a intervenir.
En respuesta, la FIFA declaró que está en contacto con el Gobierno de Marruecos para asegurar el cumplimiento de los compromisos de protección animal. No obstante, la falta de acción concreta ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y conservacionistas.
La atención internacional sobre el tema sigue en aumento. Minky Worden, de Human Rights Watch, y Nick McGeehan, de FairSquare, advirtieron sobre el posible impacto negativo en la imagen del evento si no se adoptan medidas concretas para abordar el problema del maltrato animal en Marruecos antes del Mundial 2030.
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