Corea del Norte ha expresado una firme crítica hacia el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, luego de que este calificara al país asiático como un «Estado delincuente». En un comunicado emitido por la agencia oficial KCNA, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano declaró enfáticamente que el país no tolerará «ninguna provocación» proveniente de Washington.
Este comentario marca la primera crítica directa de Corea del Norte hacia la nueva administración del presidente Donald Trump. El portavoz norcoreano amplió que, frente a las declaraciones hostiles de Estados Unidos, el país tomará «vigorosas medidas en respuesta, como siempre».
En una reciente entrevista, Rubio incluyó a Corea del Norte e Irán dentro del grupo de «Estados delincuentes» de los que, según él, hay que ocuparse. Las declaraciones de Rubio han sido calificadas por Corea del Norte como «una grave provocación política», afectando la imagen de su soberanía.
Hong Min, analista del Instituto de Corea para la Unificación Nacional, señaló que la declaración norcoreana es «una señal mixta». Según él, mientras critica externamente a Estados Unidos, Corea del Norte establece de manera sutil las expectativas respecto a cómo espera que la administración de Trump aborde la futura diplomacia. Este posicionamiento brinda una guía sobre las expectativas del Estado asiático.
Corea del Norte ha sido objeto de fuertes sanciones internacionales debido a su controvertido programa de armas nucleares, un aspecto que ha causado tensiones con Estados Unidos durante años. A pesar de estas sanciones, la semana pasada, Corea del Norte prometió continuar con su programa nuclear «indefinidamente».
Durante su primer mandato, Trump sostuvo varias reuniones con el líder norcoreano, Kim Jong Un, y manifestó en enero su intención de contactarlo nuevamente. Este antecedente plantea interrogantes sobre cómo evolucionará la relación entre ambos países bajo la actual administración y sus implicancias para la estabilidad regional e internacional.
AFP