El crucero lanzamisiles USS Lake Erie (CG-70) ha comenzado su travesía a través del Canal de Panamá con rumbo al mar Caribe, como parte de una operación militar de Estados Unidos enfocada en combatir el narcotráfico internacional. Este despliegue responde a la orden emitida por el entonces presidente Donald Trump, con el objetivo de interceptar envíos de cocaína, especialmente aquellos vinculados al Cartel de los Soles en Venezuela.
El USS Lake Erie, un buque de la clase Ticonderoga, es conocido por su avanzado sistema de lanzamiento vertical Mark 41 VLS, capaz de disparar misiles de crucero Tomahawk para atacar objetivos en tierra y antiaéreos. Asimismo, su defensa contra aviones o misiles antibuque es respaldada por los proyectiles SM-2MR/ER. Este buque está equipado con sofisticados sistemas de sonar, cruciales para misiones antisubmarinas destinadas a localizar e incautar semisumergibles cargados con droga en el océano.
Además del USS Lake Erie, el despliegue incluye al Grupo Anfibio Listo Iwo Jima (ARG), compuesto por tres buques que transportan entre cuatro mil y cinco mil marines. La operación se complementa con el submarino nuclear de la clase Los Ángeles, USS Newport News (SSN-750), que cuenta con la capacidad de lanzar misiles BGM-109 Tomahawk.
La misión también integra al menos tres destructores de la clase Arleigh Burke: el USS Gravely (DDG-107), el USS Sampson (DDG-102) y el USS Jason Dunham (DDG-109). Estos destructores, que ya se encuentran en el mar Caribe, están equipados con el sistema de combate Aegis, basado en el radar multifunción AN/SPY-1D.
Este despliegue militar refuerza el compromiso de Estados Unidos de interceptar y desmantelar las operaciones de tráfico de drogas en la región, utilizando una combinación de fuerza naval avanzada y capacidad operativa terrestre.
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