El aeropuerto internacional de Damasco ha reanudado sus vuelos internacionales este martes, marcando un nuevo capítulo casi un mes después del derrocamiento del presidente sirio, Bashar al-Assad. El evento fue simbolizado por el despegue de un avión con 145 pasajeros sirios a bordo, cuyo destino era Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos.
Según informó la agencia de noticias oficial siria SANA, «el primer avión sirio tras la liberación despegó del aeropuerto de Damasco al aeropuerto de Sharjah». Este vuelo inaugural marca el reinicio de las operaciones internacionales del aeropuerto tras un mes de inactividad.
La transmisión del despegue fue realizada por diversos medios sirios, mostrando un avión de Syrian Airlines adornado con la nueva bandera de Siria, que presenta los colores verde, blanco, negro y tres estrellas rojas. También se anunció que Cham Wings, otra aerolínea siria, tiene programado un vuelo hacia Sharjah, mientras que un avión de Qatar Airways llegará al aeropuerto de Damasco desde Doha, siendo el primer vuelo de esta compañía a Siria tras trece años de suspensión debido al conflicto iniciado en 2011.
El presidente de la Autoridad de Aviación Civil y Transporte Aéreo, Ashhad Al Sulaibi, comunicó recientemente la reanudación de los vuelos internacionales. Además, garantizó que el nuevo gobierno sirio está comprometido en la rehabilitación de los aeropuertos de Alepo y Damasco, que necesitan reformas significativas.
Aunque Al Sulaibi no especificó qué aerolíneas regresarán al aeropuerto de Damasco, Qatar Airways ya ha anunciado que operará vuelos semanales a partir del 7 de enero. Esta reanudación de vuelos internacionales forma parte del esfuerzo de las nuevas autoridades sirias para restaurar los servicios e instituciones estatales lo antes posible, enfocándose también en la reconstrucción y recuperación económica del país.
Desde el derrocamiento de Al-Assad, el nuevo gobierno ha manifestado su compromiso con el retorno a la normalidad, subrayando la importancia de la rehabilitación económica como un pilar fundamental para el futuro de Siria.
EFE