El huracán Helene ha impactado con fuerza devastadora el sureste de Estados Unidos, cobrando la vida de al menos 201 personas. Los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Florida, Tennessee y Virginia han reportado cifras oficiales de fallecidos, siendo Carolina del Norte la región más afectada, donde las inundaciones catastróficas han dejado un sombrío panorama con comunidades enteras arrasadas.
Los informes confirman que más de la mitad de las víctimas se localizaron en Carolina del Norte, donde la situación es crítica. El condado de Buncombe, epicentro del desastre, reporta más de 60 muertes, a pesar del incansable trabajo de los equipos de rescate. Se estima que el número de víctimas mortales podría seguir ascendiendo debido a la cantidad de personas aún desaparecidas en esta región montañosa conocida por sus zonas remotas y de difícil acceso.
A pesar de los esfuerzos conjuntos de más de 10,000 efectivos federales y locales desplegados en operaciones de rescate, y la movilización de recursos de emergencia, existe una preocupación creciente por aquellos que permanecen aislados debido a los deslizamientos de tierra y puentes destruidos.
En una muestra de apoyo y solidaridad, el presidente Joe Biden ha visitado los estados más devastados por Helene por segundo día consecutivo. Este jueves, su visita incluyó un recorrido por Florida, uno de los estados que enfrentó el impacto de la tormenta como un huracán de categoría 4. Biden, después de observar la costa desde el aire, caminó entre las ruinas en Keaton Beach, visiblemente afectado por el nivel de destrucción.
Las autoridades subrayan la urgencia de continuar con las operaciones de búsqueda y rescate para encontrar más supervivientes. Asimismo, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, expresó su pesar por las vidas perdidas, aumentando el conteo de muertos en su estado a 33, al tiempo que transmitió sus condolencias a las familias afectadas por esta tragedia sin precedentes desde el huracán Katrina en 2005.
Mientras el país enfrenta los desafíos de recuperarse de los devastadores efectos de Helene, se mantiene una corriente de solidaridad y apoyo mutuo para superar esta crisis y comenzar el arduo camino hacia la reconstrucción.