Dos violentos motines ocurridos el domingo 9 de noviembre en la cárcel de Machala, situada en el suroeste de Ecuador, resultaron en la muerte de al menos 32 reclusos, incluyendo dos ciudadanos venezolanos, y decenas de heridos. Durante los enfrentamientos, ocho personas fueron detenidas, entre ellas un agente de seguridad penitenciaria, según confirmaron las autoridades locales.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) detalló que los disturbios se desarrollaron en dos momentos distintos del día: uno durante la madrugada y otro en la tarde del domingo. Las investigaciones iniciales sugieren que podrían estar relacionados con ajustes de cuentas entre bandas tras una reciente reorganización de internos.
El primer incidente se registró a las 2:45 am, cuando el sistema de emergencias ECU-911 recibió múltiples alertas sobre detonaciones y disparos. En respuesta, la Policía Nacional desplegó cerca de 250 agentes y militares con equipos antimotines para retomar el control. Durante estas horas de enfrentamientos, cinco reclusos ecuatorianos fueron asesinados y dos policías resultaron heridos, uno de los cuales falleció posteriormente en un centro de salud, elevando el número de víctimas a seis. En el operativo se incautaron varias armas, incluyendo pistolas, explosivos de fabricación artesanal y municiones.
La situación se agravó a las 5:00 pm con un segundo ataque. Las autoridades encontraron 27 presos muertos, algunos asfixiados por el humo de colchones incendiados y otros colgados con cuerdas de las rejas. Entre las víctimas, se encontraban dos ciudadanos venezolanos, identificados como Edison C. y Denis O. El SNAI confirmó la presencia de cadáveres asfixiados y colgados al ingresar al reclusorio.
A lo largo del día, familiares de los reclusos se congregaron angustiados frente a la cárcel, buscando desesperadamente información sobre sus seres queridos. “Solo vemos pasar ambulancias y carros policiales, pero nadie nos dice nada”, relató una mujer que esperaba noticias de su hijo recluido en el pabellón Zaruma. La Policía cerró el acceso a la zona y estableció un cordón de seguridad para facilitar las labores forenses.
Ecuador enfrenta desde 2021 una de las peores crisis penitenciarias de la región, con más de 600 muertos en enfrentamientos carcelarios. Las masacres están frecuentemente ligadas a disputas entre bandas criminales con conexiones al narcotráfico. En respuesta a los incidentes, el gobierno ecuatoriano anunció medidas para reforzar la seguridad en la cárcel de Machala y en otros centros penitenciarios del país, mientras el SNAI y la Fiscalía avanzan en las investigaciones para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
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