El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha solicitado un aumento de la presión internacional contra el régimen de Nicolás Maduro. En un llamado a la comunidad internacional, González Urrutia enfatizó la necesidad de una transición pacífica hacia la democracia en Venezuela, un objetivo que la oposición ha perseguido desde su victoria en las elecciones del 28 de julio de 2024.
Durante su visita a Washington D.C., donde asistió a la toma de posesión del presidente Donald Trump el pasado 20 de enero, González Urrutia fue entrevistado por el vicepresidente del Consejo de Las Américas (AS/COA), Eric Farnsworth, en el espacio «Diálogos Democráticos». En la conversación, se abordaron varios aspectos de la situación política en Venezuela, que atraviesa una profunda crisis debido al empeño de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder, pese a su derrota electoral en 2024.
González Urrutia subrayó la importancia de la presión ejercida por países vecinos como Colombia y Brasil, que han manifestado su preocupación ante un posible aumento de la migración venezolana. «Si el régimen de Maduro no es cambiado, la migración va a crecer más y más», afirmó.
El presidente electo indicó que ha sostenido conversaciones tanto con la administración pasada de Joe Biden como con la actual de Donald Trump, con la esperanza de que Venezuela se convierta en una prioridad en la agenda internacional y se acompañe la lucha por el restablecimiento de la democracia en el país. «Yo solía decir que Venezuela no era una prioridad en la política exterior de EE.UU., pero luego de haber conversado con algunos funcionarios tengo la sensación de que Venezuela se ha convertido más en un interés para la política exterior de EE.UU. Algo ha cambiado en las últimas semanas», aseguró.
En una reflexión personal, el presidente González Urrutia recordó su última estancia en EE.UU., país donde estudió y nació una de sus hijas, y reafirmó su compromiso de continuar en la “difícil lucha” por la democracia en Venezuela, a pesar de los sacrificios personales que ello implica. «Tengo un yerno que fue secuestrado por el servicio de seguridad hace casi dos semanas y aún no sabemos dónde está o cómo está», reveló.
González Urrutia narró su salida de Venezuela por razones políticas, después de pasar 37 días en la embajada de los Países Bajos y posteriormente en la de España, donde se le otorgó asilo político. También calificó de inaceptable la situación de aproximadamente 2,000 presos políticos, detenidos por protestar contra el régimen.
El presidente electo resaltó que su triunfo electoral ha sido desconocido por el régimen, a pesar de haber sido elegido por 7.5 millones de venezolanos. «Es como si estuviésemos jugando a las cartas sin ninguna explicación», describió.
Con 25 años en el poder, González Urrutia señaló que el sentimiento predominante entre los venezolanos es el cansancio, especialmente tras la juramentación no reconocida de Maduro el 10 de enero. Predijo que esta usurpación podría desencadenar una nueva ola de emigración. «Durante la campaña dijimos que la razón por la cual la gente se va de Venezuela es el régimen de Maduro, y si no reconocen que mi candidatura ganó, la gente se va a ir del país nuevamente», concluyó.
Diario Las Américas