Estados Unidos realizó el jueves su mayor despliegue militar hasta la fecha cerca de las costas de Venezuela, en una demostración de fuerza que antecede a la fecha límite del lunes para designar al denominado Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés), una calificación dirigida a sancionar a Nicolás Maduro y a sus aliados.
De acuerdo con un análisis de datos de vuelo de fuentes abiertas realizado por CNN, al menos seis aeronaves estadounidenses se posicionaron frente a la costa venezolana durante varias horas. Entre los activos militares identificados se encontraban un avión de combate supersónico F/A-18E, un bombardero estratégico B-52 y un avión de reconocimiento RC-135 Rivet Joint equipado con capacidades de inteligencia de señales.
En un comunicado posterior, el Comando Sur de la Fuerza Aérea de Estados Unidos describió la operación como una “demostración de ataque de bombardero” diseñada para disuadir el tráfico ilícito. El F/A-18E despegó del portaviones USS Gerald Ford, que había llegado al Caribe a principios de semana, según la misma información.
La administración Trump considera la designación del Cartel de los Soles como FTO como una herramienta que ofrece opciones militares ampliadas. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, señaló que esta medida proporcionaría al departamento «más herramientas para ofrecer opciones al presidente».
Expertos legales citados en este contexto indican que la designación como FTO no autoriza de manera explícita el uso de la fuerza letal, pero sí faculta al presidente Donald Trump a imponer nuevas sanciones. La Casa Blanca notificó al Congreso el 16 de noviembre sobre la intención de aplicar la etiqueta antiterrorista, descrita como una de las más serias del Departamento de Estado.
La demostración de fuerza se produjo horas antes de que el presidente Trump sugiriera la existencia de un posible canal de comunicación con el líder venezolano. En declaraciones a Fox News, Trump afirmó que hablaría con Maduro “en un futuro no muy lejano” y añadió: “No puedo decirte qué le voy a decir, pero tengo algo muy específico que decirle”. Estas declaraciones se enmarcan en un contexto de negociaciones intermitentes entre ambas partes.
En antecedentes recientes, el enviado especial Ric Grenell había encabezado un diálogo que fue cancelado el mes pasado por la Casa Blanca, coincidiendo con el incremento de la presencia militar estadounidense en la región. Aunque el gobierno de Biden había recurrido a Qatar como facilitador, diplomáticos señalan que, por el momento, no se ha solicitado a otro país que asuma un rol activo de mediación entre Washington y Caracas.
El Nacional
