La alianza entre Donald Trump y Elon Musk, que en su momento despertó el interés del público, ha llegado a un final abrupto y mediático. Este jueves, el presidente de Estados Unidos expresó su «gran decepción» respecto al empresario, mientras que Musk lo acusó de «ingratitud» en una serie de declaraciones que sorprendieron a la opinión pública.
En una conferencia de prensa en el Despacho Oval, Trump afirmó: «Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió», esto tras las declaraciones de Musk, quien recientemente calificó de «abominación» el proyecto de ley presupuestaria propuesto por el presidente.
Elon Musk, quien es reconocido a nivel global como el hombre más rico del mundo, no tardó en responder a través de su plataforma de redes sociales, X, desmintiendo haber tenido acceso anticipado al proyecto de ley. «Falso», fue su tajante respuesta. Musk también rememoró su apoyo financiero a la campaña de Trump, afirmando que sus contribuciones, que sumaron cerca de 300 millones de dólares, fueron cruciales para la victoria del republicano en las elecciones presidenciales.
La tensión entre ambos se exacerbó con la caída del 8% en las acciones de Tesla en Wall Street, lo que indica la preocupación de los inversores ante el deterioro de la relación entre dos figuras tan influyentes.
Durante la conferencia, Trump también aludió a un reciente incidente personal con Musk, quien apareció en el Despacho Oval con un ojo morado, el cual atribuyó a un golpe accidental de su hijo. En este contexto, Trump realizó un comentario anecdótico: «Dije, ¿quieres un poco de maquillaje? Te pondremos un poco de maquillaje», a lo que Musk habría respondido negativamente.
La disputa entre Trump y Musk tiene lugar en un contexto marcado por desacuerdos sobre la dirección de la política fiscal y el futuro de contratos gubernamentales con las empresas de Musk. Trump ha amenazado con rescindir estos contratos, alegando que sería una forma de reducir significativamente el gasto público.
El megaproyecto presupuestario, que Trump denomina la «gran y hermosa ley», pretende continuar con las reducciones de impuestos iniciadas en su primer mandato. Por su parte, Musk ha criticado el proyecto por su potencial de aumentar el déficit de Estados Unidos, instando a los republicanos a presentar un plan alternativo.
La ruptura entre Trump y Musk marca un nuevo capítulo en la dinámica política y económica de Estados Unidos, reflejando las complejidades y tensiones que pueden surgir en las relaciones entre líderes políticos y empresariales. Esta situación sigue de cerca la evolución de las políticas gubernamentales y el impacto que puedan tener en el sector privado.
AFP