En un esfuerzo por posicionar a Venezuela en el escenario internacional y ampliar su influencia económica, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, realizó una reciente visita a Kazán, Rusia, sede de la cumbre de las economías emergentes Brics. A pesar de una intensa labor de lobby y las gestiones previas realizadas por su vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y el canciller Yván Gil, el país sudamericano no logró ingresar al prestigioso grupo compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
La resistencia de Brasil
Uno de los principales obstáculos para la asunción de Venezuela al grupo Brics fue la resistencia de Brasil. El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva insiste en la necesidad de presentar pruebas contundentes de la supuesta victoria electoral de Nicolás Maduro en las presidenciales del pasado 28 de julio. Celso Amorim, asesor de Lula, enfatizó la falta de ventajas al incluir a Caracas en el bloque, hasta que se muestren las pruebas requeridas.
Encuentro con Vladímir Putin y otros líderes
Pese a no lograr el objetivo principal, Maduro trató de aprovechar su visita para reafirmar su presencia internacional. Mantuvo un encuentro con su aliado histórico, Vladímir Putin, presidente de Rusia, con quien no se reunía desde 2019, año en el que su régimen enfrentó una significativa crisis de legitimidad. Este encuentro se presenta como un intento de obtener un respaldo similar al recibido entonces, frente al posible desconocimiento internacional que podría enfrentar a partir del próximo 10 de enero.
Además de Putin, Maduro se reunió y fotografió con líderes internacionales como el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, el palestino Mahmud Abás y el bielorruso Alexander Lukashenko; sin embargo, no logró capturar el momento junto al primer ministro indio Narendra Modi o el canciller brasileño Mauro Vieira, lo cual podría limitar el impacto diplomático de su gira.
Un intento audaz según analistas
Expertos como el politólogo Daniel Arias sugieren que la visita de Maduro también buscó generar una matriz de opinión que proyecte el reconocimiento internacional de Venezuela, aspecto que se complica por las posturas firmes de países del G7 y otros miembros del continente americano y Europa, quienes ya han manifestado su escepticismo respecto a los resultados de las elecciones venezolanas.
Con respecto al apoyo de Rusia, Delcy Rodríguez agradeció a Putin por su «apoyo incondicional» en las redes sociales, argumentando que Venezuela comparte principios históricos con los valores sobre los que se fundamenta el bloque Brics.
La advertencia israelí sobre Hezbolá
Otro factor relevante en esta visita ha sido la advertencia de Israel sobre la presencia de grupos de Hezbolá en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, lo que podría constituir una amenaza existencial para dichos gobiernos, según expresa Daniel Arias. Para Maduro, obtener apoyo internacional en este contexto se vuelve crucial, aprovechando espacios como la cumbre, ante la dificultad de posicionarse en otros foros globales.
En definitiva, a pesar de no lograr el ingreso de Venezuela a los Brics, Maduro intenta afianzar su imagen internacional y buscar aliados en un contexto global complejo, signado por cuestionamientos y presiones sobre su administración.
El Tiempo Colombia