El gobierno del presidente Donald Trump ha anunciado con satisfacción el incremento de las autodeportaciones y la migración inversa, como resultado de su política estricta contra la migración ilegal. La secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para Asuntos Públicos, Tricia McLaughlin, confirmó en una entrevista con Fox News que, en las últimas semanas, se ha observado un aumento significativo en el número de personas que han optado por regresar a sus países de origen de manera voluntaria. «Estamos viendo niveles altísimos de migración inversa, gente que se da la vuelta en nuestra frontera sur», afirmó McLaughlin.
Un factor clave en este fenómeno ha sido el éxito de la aplicación CBP Home, una plataforma diseñada para facilitar a los migrantes la formalización de su autodeportación. McLaughlin destacó que esta vía ofrece una alternativa a los migrantes, permitiéndoles salir de Estados Unidos sin enfrentarse a las restricciones que se imponen a los deportados forzosos, quienes deben esperar al menos 10 años para intentar regresar. «Existe la posibilidad de que puedan regresar legalmente por el camino correcto y seguir adelante para vivir el sueño americano», enfatizó McLaughlin, instando a los migrantes irregulares a considerar la autodeportación como una opción viable para su futuro.
Además de promover las autodeportaciones, la administración Trump ha colaborado con gobiernos extranjeros para realizar deportaciones asistidas. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, sus funcionarios han mantenido reuniones con diversos países para coordinar el envío de aviones que transporten a sus ciudadanos de regreso.
En contraste, las personas que no utilizan la aplicación CBP Home para autodeportarse enfrentan consecuencias más severas, ya que los funcionarios del ICE los tratan como delincuentes durante sus detenciones. Esta estrategia forma parte de un enfoque más amplio del gobierno de Trump para abordar la migración ilegal de manera estricta y efectiva.
EFE
