El Papa Francisco, quien ha estado hospitalizado durante los últimos 16 días debido a una doble neumonía, pasó una «noche tranquila», según informó el Vaticano. Este parte se dio a conocer tras un episodio de broncoespasmo que experimentó el líder de la Iglesia Católica, de 88 años de edad, el día anterior.
Una fuente vaticana aseguró que «no se registraron nuevas crisis como la de ayer (viernes)» en el transcurso de la noche. El Papa comenzó su día de manera habitual, «se despertó, tomó un café y leyó los diarios». Esta información se produce tras una semana en la que Francisco había mostrado signos de mejoría, suficientes para calificarlo como fuera de estado «crítico»; sin embargo, la crisis respiratoria del viernes alteró este progreso.
El Sumo Pontífice se encuentra ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero, inicialmente por una bronquitis que evolucionó a neumonía. Durante el episodio más reciente, el Vaticano informó que el Papa presentó una «crisis aislada de broncoespasmo», lo que provocó un empeoramiento súbito de su estado respiratorio. Afortunadamente, Francisco respondió bien al tratamiento de «ventilación mecánica no invasiva». Los médicos indicaron que evaluarán su estado durante el fin de semana.
El historial médico del Papa Francisco es complejo. Ha experimentado múltiples problemas de salud en años recientes, incluyendo cirugías en el colon y el abdomen. Las preocupaciones aumentan debido a su historial de salud previo: a los 21 años sobrevivió a una pleuresía, situación que requirió la extirpación de parte de su pulmón derecho.
La prolongada hospitalización ha generado inquietud respecto a la capacidad del Papa para realizar sus funciones. Además, se reaviva el debate sobre la ausencia de disposiciones legales en el derecho canónico para manejar situaciones en las que un Papa pueda perder su lucidez.
A pesar de las complicaciones, el Papa ha recibido un aluvión de apoyo desde diversas partes del mundo. En las inmediaciones del hospital Gemelli, los fieles se congregan para encender velas y orar por su salud, dejando ofrendas florales a los pies de la estatua de Juan Pablo II, a pesar de las inclemencias del clima.
En la plaza de San Pedro en el Vaticano, cientos participaron en un «maratón» de rosarios, organizado para pedir por la pronta recuperación del Papa Francisco. Durante la ceremonia, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández dirigió oraciones por la salud del pontífice.
Francisco, quien en ocasiones anteriores ha hecho apariciones públicas desde el hospital, todavía no se ha presentado. Las expectativas apuntan a que el Papa necesitará más tiempo de recuperación. Ha cancelado su audiencia programada en ocasión del Jubileo y tampoco participará en la misa del Miércoles de Ceniza el 5 de marzo, una celebración significativa para los católicos que marca el inicio de la Cuaresma.
EFE