Este viernes, el Vaticano completó la instalación de la chimenea que será el medio a través del cual se anunciará la elección del nuevo Papa, tras la renuncia del Papa Francisco. Este evento se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, donde, a partir del próximo 7 de mayo, se reunirán 133 cardenales para votar por el nuevo líder espiritual de 1.400 millones de católicos.
Los cardenales, comúnmente referidos como los «príncipes de la Iglesia», participarán en el cónclave, celebrando hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, a excepción del primer día. Al finalizar las votaciones, las papeletas serán quemadas para anunciar el resultado al mundo: humo negro si no se consigue la mayoría necesaria de dos tercios, o humo blanco si se ha elegido al nuevo Papa.
Decenas de miles de personas se congregarán en la plaza de San Pedro, mientras que millones más seguirán el evento a través de la televisión, todos a la espera del importante anuncio. La Capilla Sixtina cuenta con dos estufas conectadas a la misma chimenea: una antigua, donde se queman las papeletas de votación y notas de los cardenales, y otra moderna, encargada de anunciar el resultado con ayuda de productos químicos para generar el humo de colores.
La instalación de la chimenea fue llevada a cabo por una brigada de bomberos de la Santa Sede. Estos trabajos coincidieron con la reanudación de las congregaciones generales el mismo viernes, donde unos 200 cardenales se reúnen para discutir las prioridades futuras de esta institución de 2.000 años de antigüedad. Cabe destacar que el 80% de estos electores fueron nombrados por el Papa Francisco, muchos de los cuales provienen de zonas que históricamente han sido marginadas por la Iglesia católica.
El Vaticano ha informado que las reuniones abordan temas cruciales como los abusos sexuales en la Iglesia y las finanzas de la Santa Sede, desafíos que deberá enfrentar el nuevo Papa. «El mundo necesita una persona totalmente coherente», afirmó el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez en declaraciones a los medios.
El cónclave, una práctica que data de la Edad Media, se celebra bajo un estricto secreto, con penas de excomunión inmediata para quienes revelen detalles de las deliberaciones. Los cardenales tienen prohibido el uso de celulares o internet, y no pueden acceder a medios de comunicación ni tener contacto con el exterior.
ntn24