En un impactante acto de violencia, 22 cristianos fueron brutalmente asesinados por terroristas yihadistas durante una ceremonia de bautismo en la aldea de Takoubatt, ubicada en la región de Tillabéri, en Níger. El ataque, reportado hoy temprano por LA GACETA en X, marca una escalada alarmante en la insurgencia que azota la región, donde grupos militantes islamistas, incluidos afiliados del Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS), han estado activos desde 2015.
Testigos oculares describieron cómo hombres armados irrumpieron en la ceremonia, disparando indiscriminadamente contra la congregación reunida. Las autoridades locales aún no han emitido un comunicado oficial, pero el incidente ha generado indignación y temor entre la minoría cristiana de Níger, que enfrenta un creciente acoso en medio de la lucha de una década contra la violencia yihadista.
Ecos Históricos y Contexto Actual
Esta masacre evoca paralelismos con episodios históricos de persecución religiosa, como los ocurridos bajo el Califato Almohade en Al-Ándalus durante los siglos XII y XIII, cuando las comunidades cristianas y judías sufrieron una opresión severa. Historiadores señalan que esa era, documentada en estudios revisados por pares en el Journal of Medieval History, estuvo marcada por interpretaciones extremistas del islam, un patrón que algunos observadores ven reflejado en los ataques actuales.
La región de Tillabéri, que limita con Burkina Faso y Malí, se ha convertido en un foco de actividad yihadista. El reciente informe de 2025 de Human Rights Watch destacó la ejecución de casi 130 civiles por grupos islamistas en la zona desde marzo, incluyendo una masacre en junio de más de 70 fieles en una mezquita. El informe también criticó las insuficientes medidas de protección del gobierno de Níger, instando a una acción inmediata para salvaguardar a los civiles.
Silencio Global y Llamados a la Acción
La respuesta de la comunidad internacional ha sido notablemente silenciosa. El Papa Francisco, quien en 2015 condenó el “silencio cómplice” que rodea las persecuciones cristianas a través de Radio Vaticana, aún no ha hecho comentarios sobre esta última atrocidad. Críticos en redes sociales, incluyendo publicaciones en X, han señalado la falta de indignación global en comparación con otros conflictos, exigiendo responsabilidad a los líderes mundiales.
Níger, junto con sus vecinos gobernados por militares Burkina Faso y Malí, ha reorientado sus alianzas de seguridad hacia Rusia y Turquía, alejándose de socios occidentales. Este cambio estratégico ocurre mientras la violencia se intensifica, aumentando la presión sobre la junta para desarrollar contramedidas efectivas.