La población de España ha alcanzado un nuevo hito demográfico al superar los 49 millones de habitantes a principios de 2025. Este aumento se debe en gran parte al crecimiento de la población extranjera, destacando las comunidades provenientes de Colombia, Venezuela y Marruecos, mientras que el número de nacimientos entre los españoles ha disminuido.
Según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, la población aumentó en 458.289 personas en términos anuales, y 115.612 en el cuarto trimestre, alcanzando de esta manera el número más alto de habitantes en la historia del país. El número de extranjeros creció en 100.793 durante el último trimestre del año, llegando a un total de 6.852.348. En contraste, la población de nacionalidad española experimentó un incremento modesto de 14.819 personas.
La cifra de individuos nacidos en el extranjero que residen en España se sitúa en 9.379.972. De esta población, aproximadamente 2,6 millones han adquirido la nacionalidad española en los últimos años, mientras que el resto mantiene la nacionalidad de sus países de origen.
El número de hogares en España también vio un ligero aumento, alcanzando los 19.425.559, con un crecimiento de 33.401.
Por nacionalidades, en el último trimestre del año, España recibió a 43.400 colombianos, 30.500 venezolanos y 27.700 marroquíes. También se registró la llegada de 18.800 peruanos, 7.300 hondureños, 7.300 argentinos y 6.800 ecuatorianos, entre otras nacionalidades.
En cuanto a la emigración, los extranjeros que más abandonaron España fueron de nacionalidad marroquí (12.300 salidas), colombiana (11.900) y rumana (9.900).
El incremento en el número de residentes y la diversidad de procedencias resaltan la importancia de la inmigración como factor clave en el crecimiento demográfico de España, en un contexto donde la población nativa experimenta una tendencia decreciente.
EFE
