El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), ha emitido la Licencia General 41A, la cual autoriza a Chevron Corporation a liquidar sus operaciones en Venezuela hasta el 3 de abril de 2025. Esta decisión, que reemplaza la Licencia General 41 emitida anteriormente, impone restricciones significativas a las actividades de la compañía en el país.
La licencia otorga a Chevron y sus filiales la capacidad de gestionar el cierre de sus actividades, incluyendo sus empresas conjuntas con Petróleos de Venezuela, S.A. (PdVSA). Sin embargo, introduce prohibiciones estrictas, como la de pagar impuestos o regalías al gobierno venezolano, distribuir dividendos a PdVSA, y vender petróleo fuera de Estados Unidos.
De igual forma, la nueva regulación impide transacciones con empresas venezolanas controladas por entidades de la Federación Rusa o con personas sancionadas bajo las normativas estadounidenses, salvo autorización específica. Esta medida marca un cambio significativo en la política de EE.UU. hacia Venezuela, continuando con el endurecimiento de las sanciones.
Esta acción surge tras la decisión del presidente Donald Trump de cancelar las concesiones otorgadas por su predecesor Joe Biden. Trump señaló incumplimientos del régimen de Nicolás Maduro en acuerdos previos, específicamente relacionados con condiciones electorales y la deportación de criminales. En un comunicado publicado en Truth Social, afirmó que «el régimen no ha cumplido con los términos acordados», y ordenó la rescisión del «ineficaz e incumplido ‘Acuerdo de Concesión’ de Biden».
La Administración de Biden había otorgado a Chevron una licencia en noviembre de 2022 para reanudar la producción de petróleo en Venezuela, con la esperanza de obtener compromisos para elecciones transparentes. Esta licencia permitía a la compañía operar bajo ciertas condiciones hasta finales de julio. Sin embargo, la decisión de Trump anticipa el cese de la actividad, reduciendo significativamente el tiempo permitido para las operaciones de Chevron en el país sudamericano.
La salida de Chevron representa un golpe económico para Venezuela, dada su contribución a la reactivación de la producción petrolera. En febrero, la producción superó el millón de barriles diarios por primera vez desde junio de 2019, según datos de la OPEP. Chevron, en asociación con PDVSA, había logrado alcanzar una producción de más de 200,000 barriles diarios, según el Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU. (CRS). A pesar de las oportunidades de expansión, la compañía decidió no comprometer capital adicional debido a la naturaleza temporal de las licencias.
La aplicación de la Licencia General 41A el 4 de marzo de 2025 será un paso definitivo en la cesación de las actividades de Chevron en Venezuela, marcando un punto crítico en la relación comercial entre ambos países y afectando el panorama energético del país caribeño.
Infobae