La madre naturaleza parece decidida a traer de vuelta un invierno riguroso a Estados Unidos, tras experimentar un invierno inusualmente cálido el año pasado y una reciente ola de calor. En los próximos días, múltiples ráfagas de aire ártico se extenderán por los dos tercios del este del país, haciendo que las temperaturas caigan a niveles peligrosamente bajos durante la próxima semana.
Las temperaturas previstas son las más frías de este invierno hasta el momento, y se anticipa que afectarán a más del 70% de la población del país. La ola de frío comenzará este miércoles en el centro-norte de Estados Unidos, donde se esperan temperaturas máximas en torno a -12 °C en partes de Montana, Dakota y Minnesota. Este frío extremo se desplazará hacia el sur y el este, afectando zonas como Chicago, donde se espera una temperatura máxima de aproximadamente -6 °C el viernes.
Se anticipan mínimas de un solo dígito en estados como Nebraska, Iowa e Illinois. En el norte de Dakota del Norte, las temperaturas podrían descender hasta -30 °C, haciendo que las mañanas del sábado sean extremadamente frías para millones de personas.
Las condiciones ventosas en la mitad oriental de Estados Unidos intensificarán la sensación de frío. Es crucial vestirse adecuadamente para evitar la congelación y la hipotermia, ya que la sensación térmica bajará drásticamente. Ciudades tan al sureste como Atlanta, y a lo largo del corredor de la Interestatal-95 desde Raleigh hasta Boston, deberán prepararse para una sensación térmica cercana a los -10 °C el sábado por la mañana.
La próxima semana, una ola de frío aún más intensa, la más severa de la temporada, impactará el norte del país y se expandirá hacia las regiones orientales. Las temperaturas podrían caer entre 5,5 y más de 16 °C por debajo de lo normal, presentando un peligro considerable para aquellos sin acceso a calefacción adecuada.
El sureste de Estados Unidos podría ver mínimas nocturnas por debajo del punto de congelación, incluso en ciudades como Nueva Orleans, que rara vez experimentan temperaturas tan bajas. Este frío anormal podría afectar también a los cultivos de cítricos de Florida y causar fenómenos como la caída de iguanas de los árboles.
El clima gélido se prevé que persista hasta el segundo fin de semana de enero, y aunque las precipitaciones invernales no están garantizadas, hay indicios de que nevadas y hielo podrían afectar áreas del Medio Oeste, Noreste y Sureste del país. Las últimas previsiones del Centro de Predicción Climática señalan estas regiones como áreas a observar durante la próxima semana.
En resumen, Estados Unidos se enfrenta a un invierno severo con el potencial de impactar tanto en la vida diaria como en la agricultura, y la población debe estar preparada para enfrentar estas condiciones extremas.
CNN
