Miami, Florida – El Centro de Procesamiento Krome, ubicado al oeste de Miami, ha sido objeto de denuncia por parte de aquellos que han estado detenidos en sus instalaciones, así como de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Estas denuncias destacan las condiciones inhumanas y las violaciones de derechos humanos que, según las afirmaciones, se viven dentro del centro.
Un migrante mexicano, a través de un video grabado clandestinamente, expuso las difíciles condiciones que enfrentan los detenidos: «Estamos prácticamente secuestrados», afirmaba, señalando que algunos llevaban más de 30 días sin ser procesados. El video también destacó la falta de atención médica y los actos de discriminación contra diversos grupos, incluidos mexicanos, venezolanos y guatemaltecos.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE), responsable de la gestión de Krome, ha enfrentado críticas crecientes debido a dos muertes bajo su custodia desde que el expresidente Donald Trump implementara medidas más rigurosas contra los indocumentados. Las víctimas fueron el ucraniano Maksym Chernayak y el hondureño Henry Ruiz Guillen.
Diversos testimonios recabados por Americans for Immigrant Justice (AIJ), organización sin fines de lucro que proporciona apoyo legal a migrantes, han puesto de manifiesto condiciones como el hacinamiento, la limitación de comida y agua, y la falta de servicios médicos adecuados. Evelyn Weise, abogada de AIJ, enfatiza que las instalaciones «no cumplen todos los derechos humanos».
César Flores, activista y auxiliar legal, ha declarado que las condiciones actuales son las peores que ha visto: «No solo se está faltando a los derechos humanos de los migrantes en estos lugares, sino que en general se está desafiando la ley». Flores destaca también la existencia de la celda de espera, donde las condiciones son particularmente insalubres.
Mientras tanto, la congresista Frederica Wilson ha visitado el centro, observando la instalación de carpas para nuevos detenidos y afirmando que no percibió sobrepoblación durante su inspección. Sin embargo, ha expresado dudas sobre si las autoridades del centro intentaron ocultar la realidad de las condiciones a las que se enfrentan los migrantes.
Las políticas migratorias actuales y la ofensiva contra los indocumentados han generado un ambiente de temor y trauma entre la población migrante, aumentando la carga en los centros de detención como Krome. Según organizaciones defensoras de los derechos humanos, estas medidas están provocando que la infraestructura existente se vea desbordada, afectando negativamente el debido proceso y los derechos de las personas detenidas.
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