En medio de un contexto internacional complejo, la política de Estados Unidos hacia Venezuela se presenta como un tema en la agenda, aunque no prioritario. La elección presidencial en Estados Unidos, que podría dar la victoria a Kamala Harris o a Donald Trump, ha suscitado interés en Venezuela respecto a cómo podría cambiar la postura de Washington frente al gobierno de Nicolás Maduro. Actualmente, las relaciones se mantienen estables siempre y cuando continúe el flujo de petróleo desde Caracas y la influencia rusa e iraní no se convierta en una amenaza palpable.
Posibles Rumbos Políticos
Los analistas sugieren que, de ganar Trump, podría retomarse una política más dura, similar a la de 2019, marcada por fuertes sanciones económicas y petroleras y el apoyo a Juan Guaidó. Por otro lado, Harris podría continuar con el enfoque más diplomático de Joe Biden, quien ha realizado acciones inesperadas, como la liberación de Alex Saab y la negociación por los sobrinos de Cilia Flores.
Laura Dib, directora para Venezuela de la Oficina de Washington para Asuntos de América Latina (Wola), señala la incertidumbre existente: «Los pronunciamientos sobre Venezuela han sido muy superficiales». Dib destaca la presión de una realidad geopolítica dominada por la invasión de Rusia a Ucrania y el conflicto en Oriente Próximo, lo que influye en que el enfoque estadounidense sea evitar conflictos armados en Latinoamérica.
Consecuencias Económicas y Sanciones
A nivel económico, las licencias otorgadas a empresas como Chevron han proporcionado cierto alivio a la economía venezolana, aunque persisten sanciones en otros sectores. Christopher Sabatini de Global Americans y Asdrúbal Oliveros, economista venezolano, critican la eficacia de estas sanciones, señalando que han perjudicado más a la población que al gobierno, que ha implementado mecanismos alternativos para contrarrestar las restricciones.
Venezuela exporta alrededor de 800.000 barriles diarios de petróleo, parte de los cuales, bajo licencia de Chevron y Repsol, son destinados a Estados Unidos. Estos ingresos se utilizan para saldar deudas, inversiones en campos petroleros y abastecer el mercado cambiario. Oliveros advierte que, sin estas licencias, Maduro podría desviar el petróleo al mercado negro chino, controlando directamente los ingresos.
Mirada al Futuro
Independientemente de quien gane las elecciones, la política hacia Venezuela podría variar significativamente. Harris podría proseguir con un enfoque menos coercitivo mientras que Trump, conforme a su perfil de realista en política internacional, podría priorizar los intereses económicos de Estados Unidos. Esta dualidad refleja la complejidad del escenario venezolano en el contexto de las elecciones estadounidenses, destacando la falta de consenso y el desafío de mantener la situación de Venezuela en la agenda internacional.
GDA | El Tiempo | Colombia