El peruano-estadounidense Renzo Yasir Huamanchumo Castillo, quien estuvo detenido 10 meses en Venezuela bajo acusaciones de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro, relató las condiciones de reclusión y los castigos físicos y psicológicos que asegura haber sufrido durante su encarcelamiento en la cárcel de El Rodeo I, en el estado Miranda.
Huamanchumo viajó a Venezuela para pedir la mano de su pareja y terminó privado de libertad en ese centro penitenciario, donde coincidió con el gendarme argentino Nahuel Gallo, también detenido. Describió su celda como un espacio mínimo, sin condiciones básicas de salubridad. “Entrar a la celda era dar cuatro pasos hacia adelante y tres hacia el lado. Puro cemento, un olor horrible, el sonido de las rejas y de la tristeza en las voces”, relató para el medio DNews.
Según su testimonio, los reclusos debían utilizar un hueco en el piso como baño y lavarse en el mismo lugar, en un contexto de suministro de agua limitado. “Nos daban un galón o un litro de agua, que tenía que durar 24, a veces 30 horas. Tenías que racionarla porque un vaso menos podía significar no tener para el resto del día”, señaló. Indicó que dormía en literas de cemento, bajo luz permanente, lo que, afirmó, afectaba psicológicamente a los detenidos.
Huamanchumo afirmó que intentó gritar por las ventanas de la cárcel de El Rodeo I para buscar ayuda o llamar la atención de residentes cercanos, acción que, de acuerdo con su relato, generó represalias dentro del penal. “Esa fue una de las razones por las que tuve problemas. Cuando ellos venían a buscarte, uno pasaba por cosas que eran más que tortura”, dijo.
El ex preso político describió traslados encapuchados, esposas permanentes y vigilancia constante. “Nunca me dejaban caminar solo. Siempre rodeado, como si fuera peligroso”, indicó. Agregó que, además de la falta de agua y de condiciones sanitarias mínimas, había presencia de animales dentro de las celdas. “Una vez me desperté con una tarántula frente a mí, del tamaño de mi mano. No había silencio ni oscuridad. Todo estaba hecho para quebrarte”, manifestó.
Huamanchumo compartió celda y conversaciones con el argentino Nahuel Gallo, detenido desde el 8 de diciembre de 2024 tras ingresar desde Colombia para visitar a su esposa venezolana y a su hijo pequeño. Según su relato, al argentino le apodaban “el tiktoker” porque el personal penitenciario grababa videos cada vez que le entregaban comida. “Le filmaban cada comida. Nosotros creíamos que esos videos salían del penal y, por eso, intentábamos enviar mensajes en distintos idiomas para que alguien escuchara”, explicó.
De acuerdo con Huamanchumo, aprendió frases en otros idiomas con el objetivo de denunciar la situación en la que se encontraban. “A veces, cuando hacían silencio, aprovechaba y decía: ‘Nos están torturando’. Por eso se molestaban conmigo, pero era lo que había que hacer”, afirmó. Señaló que Gallo estaba preocupado por su hijo y su familia. “Hablamos noches enteras. Él siempre mantenía la esperanza”, reveló.
Tras su liberación, Huamanchumo sostiene que mantiene contacto con otros extranjeros que lograron salir de Venezuela, debido a que, según dijo, el daño emocional no termina con la excarcelación. En ese contexto, hizo un llamado a los gobiernos de la región: pidió a los gobiernos latinoamericanos acompañar a quienes regresan, “que no los dejen solos. Estar allí y luego afuera también es difícil”.
El gobierno de Nicolás Maduro sostiene que muchos de los detenidos extranjeros ingresan al país con fines conspirativos, mientras organizaciones de derechos humanos denuncian procesos sin garantías, incomunicación y condiciones penitenciarias degradantes.
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— Reporte Ya (@ReporteYa) November 25, 2025
Renzo Yasir Huamanchumo Castillo, ex rehén peruano que estuvo detenido 10 meses por el gobierno de Nicolás Maduro.pic.twitter.com/4cWJtvnm3U
Relata las torturas que sufren en la cárcel de El Rodeo, donde compartió con el gendarme argentino Nahuel Gallo.…
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