El huracán Milton, categorizado como un huracán de categoría 3, dejó a su paso un paisaje desolador y miles de vidas impactadas en la costa de Florida. Vickie Ward, una residente de Grove City, Florida, regresó a su vecindario solo para encontrar su hogar reducido a un montón de escombros. «Tenemos cosas en nuestro jardín… ni siquiera sé a dónde pertenecen porque son escombros de personas del último huracán que nunca se recogieron», expresó Ward, recordando el daño persistente del anterior huracán Helene.
El retorno de los floridianos a sus comunidades ha revelado la destructiva magnitud de Milton, que cobró al menos 17 vidas y destruyó hogares, carreteras y líneas eléctricas a su paso. En St. Petersburg, el cazador de tormentas Brandon Clement observó cómo los residentes se encontraban frente a donde solían estar sus hogares. «No es una vista agradable», señaló Clement, describiendo a Milton como un «huracán catastrófico» que afectó a muchas personas en una extensa área.
Para algunos como Angie Dooley y su padre en Daytona Beach, la búsqueda de refugio ha sido una necesidad constante desde que su departamento quedó inundado. «El agua llegaba hasta… las rodillas en el sofá», explicó Dooley. La devastación fue tal que la mayoría de sus pertenencias, incluidos recuerdos invaluables como las fotos de bebé, quedaron destruidas. Ahora, la incertidumbre persiste al no tener un lugar asignado para pasar la noche.
Otros residentes como Rina Tabak también enfrentan situaciones difíciles. Su hogar fue destruido en Tampa durante el huracán Helene, y el refugio temporal en casa de su suegra no fue suficiente para escapar del daño de Milton. «Los techos colapsaron o cayeron en el patio trasero», relató Tabak. Su familia, incapaz de vivir en cualquiera de las casas, ahora reside en un hotel con la esperanza de una recuperación que tardará meses. Tabak, frustrada por la serie de desastres, expresó su deseo de encontrar «un lugar seguro» para establecerse.
Las dificultades de lidiar con los huracanes han llevado a algunos a considerar un cambio definitivo. Cheryl Bernatowicz, quien ha soportado múltiples tormentas en North Port, admitió que después de que su hogar fuera desmantelado una vez más, contemplar dejar Florida es una opción real. «Después de eso, te deja un mal sabor de boca», confesó Bernatowicz, resumiendo el sentimiento de muchos floridianos cansados de la devastación continua.
En medio de la destrucción y la pérdida, los floridianos permanecen resilientes, pero el impacto de Milton, al igual que las tormentas anteriores, ha dejado una marca imborrable en la comunidad. A medida que la reconstrucción comienza, la región enfrentará el desafío de restaurar no solo las estructuras físicas, sino también un sentido de normalidad y seguridad.
Fuente CNN