El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comunicó el sábado 18 de octubre la repatriación de dos sobrevivientes de un ataque militar ocurrido el pasado jueves contra un submarino sospechoso de transportar drogas en el Caribe. Los individuos serán enviados a sus países de origen, Colombia y Ecuador, donde enfrentarán cargos judiciales.
Según Trump, la acción militar fue necesaria para prevenir una tragedia mayor, afirmando que “al menos 25.000 estadounidenses morirían si permitiera que este submarino llegara a tierra”. Durante el ataque, dos personas perdieron la vida, mientras que los sobrevivientes ahora enfrentan procesos legales en sus países.
En Colombia, el Ministerio del Interior, encabezado por Armando Benedetti, identificó a uno de los repatriados como Jeison Obando Pérez, de 34 años. Benedetti informó que Obando llegó al país “con trauma cerebral, sedado, dopado, respirando con un ventilador”, y enfatizó que será procesado por la justicia local debido a su presunta implicación en el tráfico de drogas. El Fiscal General recibió al individuo para iniciar las acciones legales pertinentes.
Paralelamente, en Ecuador, el Ministerio del Interior confirmó la recepción del otro sobreviviente, quien está siendo evaluado médicamente. La entidad aseguró que el proceso legal seguirá su curso como corresponde, según un informe difundido por CNN.
Este incidente se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte del Gobierno de Estados Unidos, que despliega fuerzas militares en el Caribe, cerca de Venezuela. La ofensiva se dirige específicamente contra carteles de la droga, incluyendo el Cartel de los Soles, que según Washington es dirigido por el presidente venezolano Nicolás Maduro. El ataque al submarino marca un hecho singular en la serie de acciones militares recientes de la Administración Trump, destacándose por ser el único incidente con sobrevivientes.
NTN24
