El presidente de Guyana, Irfaan Ali, anunció una investigación exhaustiva tras un ataque que dejó a seis soldados heridos en un enfrentamiento con presuntos integrantes de una banda venezolana en la frontera entre ambos países. El mandatario afirmó que el gobierno está tomando el incidente con gran seriedad, independientemente de si los agresores pertenecen a una banda armada u otra organización que opere en territorio venezolano.
La Fuerza de Defensa de Guyana informó mediante un comunicado, según la agencia EFE, que un transporte de suministros fue emboscado por hombres armados y enmascarados mientras se desplazaba entre la base principal en Eteringbang y Makapa. Dos de los soldados heridos se encuentran en estado crítico. Los atacantes fueron identificados como miembros de un «sindicato», un término utilizado para referirse a muchas bandas en la región fronteriza minera con Guyana.
Ali subrayó que se realizará una evaluación de la situación para determinar el procedimiento adecuado que garantice la protección de las fuerzas de seguridad y la soberanía del país.
Por su parte, el gobierno venezolano calificó el ataque como una “falsa bandera”. A través de un comunicado compartido en Telegram, el Ministerio de Exteriores de Venezuela declaró que el gobierno de Guyana está propagando una «narrativa falsa». Según el comunicado, se trata de una operación diseñada para manipular la opinión pública y desviar la atención de las supuestas violaciones al derecho internacional cometidas por Guyana en la Guayana Esequiba.
Venezuela está llevando a cabo su propia investigación, sugiriendo que «elementos vinculados a la minería ilegal» en la Guayana Esequiba, bajo el supuesto amparo del Ejército y la Policía de Guyana, fueron atacados. El gobierno venezolano informó que los heridos están recibiendo atención médica en su territorio, aunque no se especificaron los autores de la agresión.
Además, el gobierno venezolano acusó a Guyana de utilizar «desinformación y propaganda belicista» para justificar una «creciente militarización» con el respaldo del Comando Sur de los Estados Unidos, lo que consideran una amenaza para la paz en la región.
Este incidente destaca las tensiones persistentes entre Guyana y Venezuela, particularmente en relación con la disputada región de la Guayana Esequiba, un área rica en recursos y objeto de una larga controversia territorial. La situación continuará bajo observación, con posibles implicaciones diplomáticas y de seguridad en el futuro cercano.
