Mazen al-Hamada, reconocido activista sirio que luchó contra la brutalidad del régimen de Bashar al-Asad, fue hallado muerto en un hospital en las afueras de Damasco después de más de cuatro años de su desaparición forzada. Al-Hamada fue detenido en febrero de 2020, a su llegada al aeropuerto internacional de la ciudad, tras regresar a Siria desde su exilio en los Países Bajos.
Desde ese momento, su paradero permaneció desconocido hasta la reciente identificación de su cadáver en el Hospital Militar de Harasta, al norte de la capital siria. Fadua Mahmud, cofundadora de la organización Familias por la Libertad, que agrupa a mujeres sirias en busca de sus familiares detenidos y desaparecidos durante el conflicto, confirmó la muerte de al-Hamada este martes. En declaraciones a EFE, Mahmud anunció el traslado del cuerpo del activista al Hospital al Muchtahid, en el centro de Damasco, donde se llevará a cabo su funeral.
Descubrimiento de Cadáveres en Prisión de Damasco
La noticia de su hallazgo llegó junto a la denuncia de Rami Abderrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Abderrahman reveló el hallazgo de entre 40 y 50 cadáveres en la prisión de Sednaya, uno de los centros de detención más notorios por su uso sistemático de tortura. Estos cuerpos fueron descubiertos durante las operaciones de rescate realizadas después de la caída del régimen de Bashar al-Asad en manos de los insurgentes.
Sednaya, que anteriormente estaba bajo la gestión de la Policía Militar siria, cayó bajo el control del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, una facción vinculada a Al Qaeda, que documentó con videos las condiciones extremas en las que vivían los prisioneros.
De acuerdo con Mahmud, el cadáver de al-Hamada permaneció en el Hospital Militar de Harasta más de una semana antes de su traslado. Se especula que, tras su muerte en Sednaya, las autoridades del régimen decidieron mover su cuerpo al hospital.
Mazen al-Hamada: Emblema de la Lucha por la Democracia en Siria
Mazen al-Hamada fue una figura emblemática en la lucha por la libertad y la democracia en Siria desde los primeros días de las protestas antigubernamentales en 2011. En ese año, se unió a las concentraciones pacíficas a favor de la democracia, convirtiéndose en un blanco del régimen de Bashar al-Asad.
En 2012, fue detenido por intentar introducir leche materna en un suburbio sitiado de Damasco, y pasó casi dos años bajo tortura en centros de detención conocidos por su brutalidad, muchos de los cuales figuran en las fotografías de César, que documentan los abusos del régimen sirio.
Después de su liberación, al-Hamada regresó brevemente a su ciudad natal, Deir al Zur, pero pronto tuvo que huir de Siria debido a amenazas de grupos extremistas como el Estado Islámico. En 2014, se trasladó a los Países Bajos, donde continuó su activismo para dar a conocer los horrores del sistema penitenciario sirio.
Su regreso a Siria en 2020, en un intento por ayudar a su familia y su país, lo condujo a su arresto y desaparición, hasta su reciente hallazgo en un hospital de Damasco. El caso de Mazen al-Hamada se suma a la larga lista de desapariciones forzadas en Siria, donde miles de personas sufrieron detenciones arbitrarias y torturas bajo el régimen de Bashar al-Asad, en un contexto de violencia que ha marcado más de una década de conflicto armado.
La comunidad internacional continúa pidiendo justicia por las víctimas de violaciones de derechos humanos en el país.
El Nacional