La organización Human Rights Watch (HRW) ha encendido las alarmas sobre las deportaciones masivas de venezolanos al Centro de Reclusión del Terrorismo (Cecot) en El Salvador. En una reciente entrevista con el periódico El Tiempo, Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW, analizó el fenómeno y expuso preocupantes detalles sobre la falta de antecedentes penales de muchos de los deportados.
Goebertus afirmó que las acciones emprendidas son un intento del expresidente estadounidense Donald Trump para criminalizar a los migrantes. Durante la entrevista, destacó que muchas personas trasladadas no cometieron delitos en Estados Unidos ni fueron juzgadas mediante un debido proceso.
«Desde la campaña presidencial, ha habido un esfuerzo constante por estigmatizar a los migrantes venezolanos, acusándolos sin justificación de ser miembros del Tren de Aragua«, indicó Goebertus. Además, explicó cómo el gobierno de Trump habría utilizado la supuesta presencia de esta organización para justificar la cancelación del Estatuto de Protección Temporal de los venezolanos, deportándolos a lugares como Guantánamo. HRW ha documentado numerosos casos en los que los deportados carecen de antecedentes penales.
Uno de los puntos críticos mencionados por la defensora de derechos humanos es que a muchos venezolanos se les acusa únicamente por tener tatuajes, a pesar de que los expertos no identifican a los miembros del Tren de Aragua por estos. «Es preocupante observar esta pobreza investigativa en las autoridades de Estados Unidos», señaló. Goebertus enfatizó que quienes hayan cometido delitos violentos deben ser judicializados, pero que no es justificable deportar sin el debido proceso a quienes huyen de la dictadura de Nicolás Maduro en busca de una vida mejor.
Condiciones adversas en El Salvador
En su declaración jurada ante el juez James Emanuel Boasberg, del Distrito de Columbia, Goebertus subrayó las duras condiciones que enfrentan los deportados en las cárceles salvadoreñas, mencionando la falta de comunicación con el mundo exterior y el acceso limitado a recursos judiciales. Las audiencias, según explicó, se realizan de forma virtual, con cientos de imputados al mismo tiempo. Aunque no han podido ingresar al Cecot, en otras prisiones se han documentado malos tratos, torturas, desapariciones forzadas y muertes.
La directora de HRW calificó el envío de personas a estas condiciones como una violación de derechos humanos. Afirmó que ni el gobierno de Estados Unidos ni el de El Salvador han presentado pruebas que vinculen a los deportados con el Tren de Aragua.
HRW continúa documentando casos de venezolanos deportados, muchos de los cuales solo tienen como «delito» el haber huido a Estados Unidos en busca de un futuro mejor.
El Nacional