El mundo empresarial y político ruso se ve nuevamente envuelto en una atmósfera de intriga tras la sorpresiva y confusa muerte de Andrei Badalov, exvicepresidente de la influyente petrolera estatal Transneft. Badalov, de 59 años, fue hallado sin vida en las afueras de un exclusivo edificio residencial en Moscú, tras caer desde un piso 17. Las autoridades locales han clasificado el caso como una “muerte misteriosa” y han iniciado una investigación que no descarta ninguna hipótesis, desde un posible suicidio hasta un acto criminal.
Este suceso ha conmocionado a la élite moscovita y se suma a un preocupante patrón en el que, desde principios de 2022, al menos una docena de altos ejecutivos rusos, muchos vinculados al sector energético, han fallecido en circunstancias poco claras. La muerte de Badalov refuerza un historial de decesos marcados por caídas inexplicables, accidentes insólitos y problemas de salud repentinos, situaciones que han desencadenado teorías sobre supuestas purgas internas o posibles represalias en las esferas más altas del país.
Andrei Badalov jugó un papel crucial en Transneft, la empresa estatal que maneja el 80% del transporte de petróleo en Rusia, lo que le otorgaba un acceso significativo a información estratégica en un momento geopolítico delicado a nivel mundial. Por ello, su desaparición repentina ha captado la atención de diversos sectores. Entre los incidentes recientes similares se encuentran las muertes de Ravil Maganov, presidente de Lukoil, quien falleció tras caer desde la ventana de un hospital en Moscú en 2022, y Alexander Subbotin, exdirectivo de la misma petrolera, encontrado sin vida tras un extraño ritual chamánico. Aunque las autoridades suelen atribuir estos eventos a suicidios o causas naturales, el número en aumento de muertes ha provocado escepticismo y ha puesto bajo escrutinio a los círculos de poder en todo el país.
Ahora, la justicia rusa enfrenta el desafío de esclarecer las circunstancias que rodearon el final del exvicepresidente de Transneft, mientras crece la presión para aclarar las dudas sobre la seguridad de las personalidades que conforman la cúpula empresarial del país.
El País