Una tragedia sacudió el Caribe panameño cuando una niña venezolana de 8 años perdió la vida en un naufragio. La embarcación, que transportaba a 21 personas, en su mayoría migrantes de Colombia y Venezuela, naufragó en aguas próximas a la comunidad de Mansucum, en la comarca indígena Guna Yala. Las autoridades panameñas confirmaron que 20 personas fueron rescatadas tras el incidente.
El naufragio ocurrió en el marco del flujo migratorio inverso, fenómeno reciente donde migrantes intentan regresar a sus países de origen. A pesar de las advertencias sobre condiciones climáticas adversas, la lancha afectada optó por continuar su viaje hacia La Miel, cerca de la frontera con Colombia, lo que resultó en este desafortunado accidente.
El tránsito de migrantes por la selva del Darién, un camino peligroso en la frontera natural con Colombia, ha experimentado una fuerte disminución, cayendo un 94% en enero en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto se debe a las nuevas medidas de seguridad implementadas por Panamá y los cambios en la política inmigratoria de Estados Unidos. En un giro de los eventos migratorios, algunos grupos han intentado ahora entrar a Panamá desde Costa Rica, buscando retornar a sus países de origen.
Panamá ha asumido el rol de país puente para la repatriación de migrantes irregulares, y en este contexto, ha recibido a casi 300 personas enviadas por Estados Unidos.
La Defensoría del Pueblo de Panamá ha solicitado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades en este trágico naufragio. En un comunicado, la institución resaltó los peligros inherentes a la ruta marítima y expresó su solidaridad con las familias afectadas. Asimismo, reiteró su alerta sobre los riesgos de tales travesías, que en el pasado han resultado en la pérdida de vidas humanas en naufragios similares.
Según la agencia de noticias EFE, oficiales de derechos humanos de la Defensoría del Pueblo continuarán recopilando datos en el sitio del naufragio durante el fin de semana para elaborar los informes pertinentes.
Este suceso subraya la complejidad de los movimientos migratorios en la región y la necesidad de abordar las condiciones que obligan a miles de personas a emprender tan peligrosos viajes. Panamá, en su calidad de país de tránsito y repatriación, enfrenta desafíos significativos en la gestión de estos flujos migratorios.
La Defensoría del Pueblo de Panamá lamenta el fallecimiento de una persona menor de 8 años de edad, producto del naufragio de una embarcación que trasladaba a personas migrantes en el contexto del flujo migratorio inverso, hecho ocurrido según las autoridades en aguas de Guna… pic.twitter.com/kN7YhkXxVP
— Defensoría del Pueblo de Panamá🕊 (@DefensoriaPan) February 22, 2025