Irán ha manifestado su disposición a resolver las diferencias nucleares con Estados Unidos, destacando que no existen obstáculos para un acuerdo si la preocupación principal del gobierno de Donald Trump es evitar que el país persa obtenga armas nucleares.
El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, reafirmó este miércoles que alcanzar un acuerdo en este sentido no representa un problema, ya que la posición de Teherán respecto a las armas nucleares permanece inalterable. Según declaraciones recogidas por la agencia EFE, Araqchí afirmó: «Si la cuestión principal es que Irán no desarrolle armas nucleares, entonces esto es alcanzable y no hay ningún problema».
El ministro recordó que Irán sigue siendo parte del Tratado de No Proliferación Nuclear y que el líder supremo del país, Ali Jameneí, ha emitido un decreto religioso que prohíbe el desarrollo de dichas armas.
A pesar de estas declaraciones conciliadoras, la administración de Donald Trump ha reactivado la política de máxima presión sobre Irán. Araqchí ha desestimado la efectividad de esta estrategia, calificándola de un experimento fallido: «La presión máxima es un experimento fallido, y volver a intentarlo conducirá a otro fracaso». Trump, al firmar un memorando para restablecer dicha política, busca prevenir que Irán adquiera armas nucleares y restringir sus exportaciones de petróleo.
No obstante, el presidente estadounidense ha expresado su deseo de no verse obligado a aplicar estas medidas y ha reiterado su disposición para negociar con Teherán, incluso mediante un diálogo directo con el presidente iraní, Masud Pezeshkian.
Durante su primer mandato, Trump impuso sanciones severas contra Irán y retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015, lo que ha exacerbado la crisis económica del país. Desde entonces, Teherán ha incrementado el enriquecimiento de uranio a niveles alarmantes, según el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Las tensiones entre ambos países se han intensificado en el marco del conflicto que involucra a Israel, aliado clave de Washington, con los grupos Hamás y Hezbolá, quienes cuentan con el respaldo de Irán. Este contexto añade un mayor nivel de complejidad a las negociaciones y relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos.
