La Administración para el Control de Drogas (DEA) ha emitido una advertencia sobre el carfentanilo, un opioide sintético que ha surgido como una de las sustancias más letales en la actual crisis de opioides en los Estados Unidos. Según reportes de la DEA, el carfentanilo es 10.000 veces más potente que la morfina y 100 veces más potente que el fentanilo, lo que lo convierte en una amenaza significativa para la salud pública.
En un alarmante aumento, las muertes relacionadas con el carfentanilo experimentaron un incremento sustancial, pasando de 29 casos entre enero y junio de 2023 a 238 en el mismo periodo de 2024. Esta información fue proporcionada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y citada por la agencia antidrogas.
El carfentanilo, que se presenta como un polvo blanco similar al fentanilo o la cocaína, ha sido identificado en 37 estados de Estados Unidos, según datos de la DEA. Durante el año 2024, los laboratorios federales analizaron más de 100 kilogramos de esta sustancia, la cual ha sido mezclada con fentanilo y otras drogas, superando las incautaciones totales de los tres años anteriores que sumaron 87 kilogramos.
La creciente disponibilidad de carfentanilo ha traído consigo un cambio preocupante en su presentación, ya que ahora se encuentra predominantemente en formato de pastillas o tabletas que imitan medicamentos recetados, incrementando el riesgo de consumo no intencionado. Este opioide es utilizado en el mercado ilícito para aumentar la potencia de otras drogas, incrementando así las ganancias de los traficantes. Sin embargo, esta práctica ha derivado en un aumento significativo de sobredosis, especialmente entre los usuarios que desconocen que están consumiendo una sustancia tan peligrosa.
El tratamiento de las sobredosis por carfentanilo presenta desafíos significativos. Aunque la naloxona es un antídoto comúnmente utilizado para revertir los efectos de los opioides, su eficacia frente al carfentanilo requiere múltiples dosis altas, y aun así, no siempre resulta efectiva. Los síntomas de intoxicación por carfentanilo incluyen depresión respiratoria, somnolencia, desorientación, pupilas contraídas y piel fría y húmeda.
Ante esta situación, la DEA y los CDC han subrayado la importancia de aumentar la concienciación pública para prevenir sobredosis e intoxicaciones relacionadas con opioides sintéticos. Recomiendan evitar el consumo de drogas ilícitas y pastillas no recetadas, ya que podrían contener carfentanilo sin el conocimiento del usuario. Además, instan a las personas a buscar ayuda inmediata si sospechan exposición a esta sustancia y a administrar naloxona si está disponible.
El impacto del carfentanilo en la crisis de opioides no es un fenómeno nuevo. La educación y la prevención son herramientas clave para combatir esta crisis, y las autoridades enfatizan la importancia de estar informados sobre los peligros del carfentanilo. La advertencia es clara: “Una pastilla puede matar”, destacando la necesidad de evitar sustancias no recetadas y de estar preparados para actuar en caso de una sobredosis.