Sudamérica enfrenta una crisis ambiental sin precedentes debido a una ola histórica de incendios forestales que ha arrasado con vastas áreas de la región, provocando la muerte de cientos de animales y desatando una emergencia en varios países. La situación ha sido exacerbada por una intensa sequía en la región amazónica y el calor extremo de la temporada.
Desde enero hasta el 12 de septiembre de 2024, se han registrado más de 350,000 incendios en Sudamérica, con Brasil, Bolivia, Perú y Colombia entre los países más afectados. La magnitud de estos incendios ha llevado a varios países a declarar el estado de emergencia. La crisis ha golpeado especialmente al Pantanal, que tradicionalmente se mantiene inundado durante gran parte del año, pero ha sido severamente afectado por sequías relacionadas con la deforestación y el cambio climático en los últimos años.
Brasil, el país más afectado, ha reportado 176,617 incendios desde el inicio del año. En septiembre, se registraron más de 3,502 focos activos de incendios, la mayoría en la región amazónica. Durante agosto y septiembre, esta región ha experimentado la mayor extensión de incendios en los últimos seis años, deteriorando la calidad del aire y causando una pérdida significativa de biodiversidad.
En Bolivia, la situación también es crítica. Se han reportado 63,537 incendios en lo que va del año. La región cercana a la Amazonía boliviana, hogar de aproximadamente 1,200 especies animales endémicas y más de 100 especies de flora, está en grave peligro. La intensa sequía y los incendios han creado un escenario devastador para la fauna y la flora locales.
La pérdida de biodiversidad es alarmante y difícil de cuantificar, dada la magnitud de los incendios y la presión adicional de la sequía sobre la fauna. La región de Sudamérica enfrenta un desafío ambiental sin igual, y las autoridades, organizaciones ambientales y la comunidad internacional deben unir esfuerzos para abordar la crisis y mitigar sus efectos devastadores.
La emergencia requiere una acción urgente para proteger los ecosistemas afectados y apoyar a las comunidades y especies en peligro. Se hace un llamado a la solidaridad global para enfrentar esta grave crisis y trabajar en soluciones sostenibles para preservar la biodiversidad y los hábitats naturales de Sudamérica.
Cortesía @luismartinez_ambientalista