Un grupo de legisladores demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha presentado un proyecto de ley que busca detener el cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), actualmente en proceso de desmantelamiento por parte de la Administración Trump. La medida, conocida como la Ley de Protección de la Seguridad Nacional de EE.UU., sostiene que «solo una ley del Congreso puede eliminar la USAID siendo este un establecimiento independiente».
El proyecto busca prohibir el uso de fondos federales para desmantelar la institución, una tarea actualmente en manos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk. La representante demócrata por California, Sara Jacobs, quien lidera este grupo legislativo, declaró: «La eliminación de la USAID por parte de Elon Musk es completamente ilegal. Por eso estoy orgullosa de presentar una ley que prohíba el uso de fondos para eliminar la USAID».
Jacobs destacó que la USAID es esencial para el «poder blando de EE.UU.», ofreciendo asistencia a comunidades en lugar de coerción. Además, recordó que la USAID fue originalmente creada por el presidente John F. Kennedy en 1961, y que en 1998 el Congreso la estableció como una agencia independiente mediante la Ley de Reforma y Reestructuración de Asuntos Exteriores. Por lo tanto, enfatizó que su eliminación requiere un acto legislativo del Congreso.
Para que esta legislación se convierta en ley, necesitaría la aprobación de la Cámara de Representantes y el Senado, ambos bajo control republicano, además de la firma del presidente. Jacobs expresó confianza en la posibilidad de obtener los votos necesarios, afirmando que «hay suficientes republicanos que han dicho en el pasado que les importaba la USAID».
El presidente Donald Trump, por su parte, ha manifestado que no considera necesaria la aprobación del Congreso para cerrar la USAID, argumentando que su administración busca únicamente «hacer lo correcto». Trump ha calificado el desmantelamiento de la agencia como una acción debida desde hace tiempo, señalando prácticas de corrupción dentro de la organización.
Este desarrollo marca un nuevo capítulo en la lucha por la preservación de la USAID, una agencia que ha desempeñado un papel crucial en el esfuerzo internacional de Estados Unidos para fomentar el desarrollo y la cooperación global. La situación ahora depende del debate legislativo y las dinámicas políticas dentro del Congreso estadounidense.