Los líderes de los países del G7 han iniciado una cumbre en las Montañas Rocosas de Canadá, un encuentro caracterizado por los recientes conflictos entre Israel e Irán. La cumbre, que se desarrolla en la localidad de Kananaskis, marca el retorno del presidente estadounidense Donald Trump al escenario diplomático internacional desde que asumió su segundo mandato en enero.
A pesar de sus anteriores comentarios despectivos hacia Canadá, Trump asistió a la cumbre, lo que indica un cambio en las relaciones bilaterales desde que Mark Carney asumió como primer ministro canadiense, sustituyendo a Justin Trudeau. Carney prevé reunirse con Trump para discutir temas de interés bilateral.
El propósito central de esta cumbre, organizada por el primer ministro Carney, es buscar el acercamiento entre las economías más avanzadas del mundo: Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos. La guerra en Ucrania y las presiones sobre Rusia para un alto el fuego también están en la agenda, aunque el foco se centra en realizar un llamado conjunto a la «desescalada» entre Israel e Irán, especialmente tras la reciente campaña militar israelí contra el programa nuclear iraní.
Reuniones Preliminares a la Cumbre
Antes del inicio formal de la cumbre, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, sostuvo reuniones con sus homólogos alemán, Friedrich Merz, y británico, Keir Starmer. En estos encuentros se abordaron tanto la situación en Ucrania como en Oriente Medio, en el contexto de las relaciones transatlánticas y de cara a la próxima cumbre de la OTAN en La Haya.
Con Merz, se reafirmó la intención de celebrar una nueva cumbre intergubernamental entre Italia y Alemania en Roma a inicios de 2026 y mantener una estrecha coordinación en temas prioritarios de la agenda de la UE, como la lucha contra la inmigración irregular y la competitividad económica. Por su parte, la reunión con Starmer consolidó la coordinación en la agenda del G7 y preparativos para la cumbre de la OTAN, además de destacar la creciente cooperación en la lucha contra el tráfico de seres humanos.
La cumbre del G7 refleja un esfuerzo colectivo por abordar las tensiones globales actuales, con un enfoque en la diplomacia multilateral para gestionar conflictos y desafíos transnacionales.
EFE