La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado que su gobierno aplicará más aranceles en respuesta a los impuestos impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, Sheinbaum no especificó ni el porcentaje de los aranceles ni los productos que se verán afectados.
En un comunicado, Sheinbaum indicó que, aunque las medidas de represalia están sobre la mesa, no descarta la posibilidad de alcanzar un acuerdo negociado. Este tema será abordado en una conversación prevista para el jueves con el mandatario estadounidense. Sheinbaum calificó de «inconcebible» la falta de consideración sobre el impacto negativo que la medida podría tener en ambos lados de la frontera.
Sheinbaum subrayó que México busca una «solución negociada» y enfatizó la importancia de coordinar esfuerzos sin subordinación, para el beneficio mutuo de ambos países. Puntualizó que el propósito no es iniciar una confrontación económica o comercial, sino defender los intereses de los ciudadanos y las empresas mexicanas.
Además, la presidenta mexicana negó categóricamente las acusaciones de cooperación con el crimen organizado y la supuesta provisión de «refugios seguros» para los cárteles, como se indicó en un comunicado estadounidense. Estas declaraciones surgen en un contexto de creciente tensión comercial, donde las importaciones de Estados Unidos desde Canadá y México están gravadas con un 25%, y las exportaciones energéticas canadienses, principalmente de petróleo, tienen un arancel del 10%. Estas acciones han mantenido a los mercados globales en alerta.
La conversación entre Sheinbaum y Trump podría ser crucial para definir el rumbo de las relaciones comerciales entre ambas naciones, en un momento donde la diplomacia y el diálogo se presentan como herramientas esenciales para alcanzar un entendimiento.
EFE