Unos 180 migrantes se encuentran en espera en un pequeño pueblo costero del Caribe de Panamá, aguardando ser trasladados por barco hacia la frontera con Colombia. Este grupo, compuesto por personas procedentes de Venezuela, Chile, Colombia y Perú, se encuentra en la localidad costera de Palenque. Su objetivo es retornar a Suramérica tras no lograr establecerse en Estados Unidos, según informaron fuentes oficiales a la agencia EFE.
Los migrantes serán transportados en una embarcación hacia La Miel, ubicada cerca de la frontera colombiana, en un esfuerzo por completar su camino de regreso.
Costos elevados y desafíos en el retorno
Milagros, una migrante venezolana, compartió con la agencia de noticias que el viaje de retorno desde México hacia el sur ha sido «más duro» que su travesía inicial desde Colombia hacia Estados Unidos en septiembre pasado. La razón principal es el incremento de los costos. Relata que el trayecto en autobús desde Costa Rica hasta un albergue cerca de la selva del Darién en Panamá costó 60 dólares, seguido de un gasto adicional de 35 dólares para llegar a su ubicación actual en Palenque.
Para culminar este viaje en barco hasta La Miel, se espera que tengan que desembolsar otros 200 dólares. Dicho recorrido, que se estima durará un día y medio, comenzará en la madrugada. Milagros describió la travesía como «una prueba» que sienten estar atravesando.
Dilemas en el traslado y la acogida
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en una rueda de prensa, manifestó que se estaba evaluando la posibilidad de trasladar a los migrantes en avión desde Panamá hasta Cúcuta, Colombia, aunque este plan aún no se ha materializado. El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, reaccionó a esta propuesta señalando que la ciudad ya enfrenta el desafío de acoger a 25.000 desplazados debido al conflicto armado en la región colombiana del Catatumbo, lo que ha desbordado sus capacidades actuales.
Hasta el momento, no se ha logrado un acuerdo formal que permita a Colombia recibir a los migrantes venezolanos que permanecen varados en Panamá. La situación se mantiene en un estado incierto, reflejando la complejidad de la crisis migratoria en la región.