En la vibrante ciudad de Milán, reconocida por su influencia en la moda y las finanzas, fumar en las calles ya no estará permitido. Desde el 1 de enero, se ha implementado una normativa que marca un hito en Italia, prohibiendo el consumo de cigarrillos en espacios públicos al aire libre.
Un movimiento hacia la mejora de la calidad del aire
Este cambio se enmarca dentro del «decreto para la calidad del aire», adoptado en 2020 por el gobierno local. La normativa establece que para el año 2025, la prohibición cubrirá todos los espacios públicos, ampliándose más allá de las calles. Esta medida responde a los desafíos ambientales que enfrenta Milán, ciudad que lucha contra elevados índices de contaminación de partículas finas y óxidos de nitrógeno, especialmente relevante al acercarse los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
Reacciones divididas entre los residentes
Las opiniones entre los habitantes de la ciudad milanesa son diversas. Morgan Ishak, un plomero de 46 años, expresó su descontento con la medida, calificándola de «excesiva». Argumenta que, aunque comprende la prohibición en interiores o cerca de personas vulnerables, considera que limitar el acto de fumar al aire libre afecta su libertad individual.
Por otro lado, Stellina Maria Rita Lombardo, residente que trabaja en un liceo, apoya plenamente la decisión. Desde su perspectiva, el acto de fumar contribuye significativamente a la contaminación, un problema acuciante en la era del cambio climático.
Regulaciones y excepciones
La nueva normativa excluye los cigarrillos electrónicos y permite fumar únicamente en «lugares aislados» donde se pueda mantener una distancia mínima de diez metros de otras personas. Sin embargo, cumplir con esta condición en una ciudad densamente poblada como Milán puede resultar complicado.
Multas se impondrán a quienes no cumplan con la normativa, con sanciones que oscilan entre 40 y 240 euros.
Contexto y comparación internacional
La prohibición de fumar en Milán es otro paso en la lucha de Italia contra el tabaquismo, iniciada en 1975. En la actualidad, casi uno de cada cinco italianos fuma, cifra inferior a la media de la Unión Europea, que se sitúa en un 24%. En comparación, países como Suecia tienen una población fumadora del 8%, mientras que Bulgaria lidera con 37%.
El precio del tabaco en Italia es relativamente bajo, con un costo promedio de 6 euros por paquete, la mitad del precio en Francia. Esta medida de Milán resuena con esfuerzos internacionales, como los de México y el Reino Unido, para crear entornos sin tabaco y proteger la salud pública.
Milán se une así a una tendencia global en la que ciudades y países buscan reducir el consumo de tabaco como parte de un esfuerzo más amplio por mejorar la calidad del aire y la salud de sus ciudadanos.