El gobierno de Nicaragua ha declarado este viernes un estado de alerta amarilla en todo el territorio nacional debido a la proximidad de la tormenta tropical Sara. Esta decisión, anunciada por el estatal Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), responde a la localización de Sara a unos 45 kilómetros al sur-suroeste de la isla Guanaja, Honduras, y a aproximadamente 278 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo Gracias a Dios, avanzando lentamente hacia el oeste.
En un comunicado emitido desde Managua, el ministro director del Sinapred, Guillermo González, instruyó la implementación inmediata de los planes de respuesta en los territorios potencialmente afectados. Estas medidas están enfocadas en proteger a la población y ejecutar acciones extraordinarias en la gestión de desastres. Los comités municipales, departamentales y regionales de prevención han sido convocados para coordinar las acciones de atención y activación de los protocolos de primera respuesta ante posibles inundaciones repentinas, deslizamientos, marejadas ciclónicas y fuertes vientos.
Se ha instado a preparar sitios de refugio y protección para personas y familias que podrían necesitar asistencia. Además, es crucial revisar la disponibilidad de recursos y asegurar que el personal esté localizable en todo momento para afrontar cualquier emergencia. En este contexto, el Sinapred también solicitó a la población mantener la calma y estar atentos a las informaciones oficiales.
Las autoridades han advertido que, debido a la intensidad de Sara, se esperan lluvias durante los próximos tres días, afectando principalmente las regiones del Pacífico norte y centro del país. Estas condiciones podrían propiciar inundaciones repentinas y deslizamientos en zonas volcánicas y montañosas.
La tormenta tropical Sara presenta vientos máximos sostenidos de 85 km/h, con rachas de hasta 100 km/h, desplazándose lentamente hacia el oeste a 4 km/h. Se prevé que su trayectoria la lleve hacia Belice, donde se espera arribe el sábado por la noche.
Este estado de alerta es un recordatorio de la importancia de la preparación y la vigilancia constante frente a fenómenos naturales de gran impacto, subrayando el compromiso de las autoridades nicaragüenses en la protección y seguridad de su población.
EFE
