El preso político Ángel Cuza, recluido en el edificio No.1 de la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este en La Habana, ha compartido detalles sobre su situación mediante una carta y un audio difundidos en redes sociales. La comunicación fue divulgada por la activista exiliada Thais Franco, quien informó que Cuza se encuentra junto a reclusos con sanciones de hasta 30 años, pese a no haber sido procesado aún.
En su carta, Cuza solicita apoyo, afirmando: «No me dejen solo», y expresa su disposición a iniciar una huelga de hambre en protesta por lo que considera un encarcelamiento injusto. En el audio remitido desde el penal, confirma que se le acusa de portación de arma de fuego y explosivos, a raíz de tener en su cartera una bala calibre 38 que usa como amuleto desde hace 17 años.
El régimen cubano habría devuelto a prisión al activista en julio pasado. Inicialmente, Cuza fue detenido el 25 de julio en su residencia ubicada en Playa, La Habana, según detalló la activista exiliada Keilylli de la Mora durante una transmisión en vivo en Facebook. Tras permanecer un tiempo en paradero desconocido, se conoció que fue trasladado al VIVAC en la capital y posteriormente al Combinado del Este.
La profesora Anamely Ramos denunció lo que considera una metodología de represión del régimen cubano, argumentando que buscan convertir sus afirmaciones en realidad utilizando su poder, y criticó la situación moral del gobierno. Un informe del medio CubaNet confirmó el traslado y las acusaciones contra Cuza.
Ana Castillo, expareja del activista, explicó que el proyectil encontrado ha estado en su billetera por años y agregó que Cuza no posee ningún arma. Ángel Cuza ha sido víctima de prisión política anteriormente; en 2021 fue condenado a ocho meses de cárcel por participar en una protesta antigubernamental en la calle Obispo, en la Habana Vieja. En 2023 fue sentenciado a un año y seis meses por supuestos desórdenes públicos.
La situación de Cuza resalta las tensiones políticas en Cuba y el tratamiento a opositores del régimen, evidenciando el complejo panorama de derechos humanos en la isla.
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