El presidente argentino Javier Milei planea viajar la próxima semana a Oslo, Noruega, para estar presente en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, según confirmaron fuentes a Infobae. La asistencia del mandatario a la capital noruega está supeditada a la definición sobre la presencia de Machado, cuyo equipo trabaja en un operativo de seguridad que le permita salir de Venezuela y trasladarse a la ceremonia.
María Corina Machado, referente de Vente Venezuela y excandidata presidencial, es perseguida por la administración de Nicolás Maduro, a quien enfrentó tanto en las urnas como en el plano político. En este contexto, su entorno impulsa la construcción de garantías de seguridad para que pueda viajar a recibir el premio. Si se confirma su participación, Milei tiene previsto partir el martes 9 de diciembre y asistir a la ceremonia programada para el 10 de diciembre en el ayuntamiento de Oslo. El regreso de la delegación presidencial a la Argentina está previsto para el viernes 12.
El viaje del Presidente se configuró como una visita exprés debido a los compromisos legislativos previstos para fin de año. La próxima semana será considerada clave para La Libertad Avanza: el miércoles comenzará formalmente el período de sesiones extraordinarias en el Congreso de la Nación, en el que se tratarán el Presupuesto 2026 y el paquete de reformas de segunda generación preparado para el tramo final de la gestión de Milei rumbo a 2027.
El mandatario recibió una invitación directa de María Corina Machado para asistir a la ceremonia en Oslo. Hace algunos meses, el Comité Nobel noruego fundamentó la entrega del premio a la dirigente venezolana por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. A través de sus redes sociales, Milei destacó la figura de Machado y la distinción otorgada. “Mis felicitaciones por este reconocimiento, más que merecido por tu enorme lucha por la defensa valiente de la libertad y de la democracia”, afirmó, y agregó: “Gracias por la inspiración con la que iluminas al mundo peleando contra la narcodictadura de Venezuela”.
La posible agenda del Presidente en Oslo aún está en definición y podría incluir otros compromisos protocolares. Aunque el titular del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, puso en duda la asistencia de la premiada, otros mandatarios de la región ya confirmaron su presencia. Santiago Peña, presidente de Paraguay, y Daniel Noboa, presidente de Ecuador, ambos identificados con la derecha latinoamericana, anticiparon que participarán de la ceremonia y coincidirían con Milei. También se espera la presencia del candidato presidencial venezolano Edmundo González Urrutia, quien compitió contra Maduro en las elecciones presidenciales de agosto de 2024.
La relación de Milei con la dirigencia opositora venezolana se consolidó en los últimos meses. En enero de este año, el Presidente recibió a González Urrutia en la Casa Rosada y lo reconoció como mandatario electo de Venezuela. Meses después, en junio, se volvieron a reunir en Madrid, en el marco del viaje de Milei al Madrid Economic Forum.
En el plano internacional, el gobierno argentino, alineado con la posición de Donald Trump, refuerza su rechazo al gobierno de Nicolás Maduro y a la autoproclamación institucional que defiende un sector de la región. En los últimos días, el embajador Diego Emilio Sadofschi, en representación de la administración libertaria, reclamó ante la Corte Penal Internacional una “acción inmediata” en Venezuela y solicitó la ejecución de las órdenes de arresto requeridas contra Maduro y Diosdado Cabello.
Las tensiones con el gobierno chavista se incrementaron a partir del secuestro del gendarme argentino Nahuel Gallo, quien viajó a Venezuela el 8 de diciembre y permanece privado de su libertad en la cárcel del Rodeo 1. En la Casa Rosada señalan coincidencias con los últimos movimientos del expresidente republicano Donald Trump, quien mantiene conversaciones telefónicas con Maduro con el objetivo de acelerar una salida ordenada del poder, y siguen con atención el envío de buques de guerra estadounidenses frente a las costas venezolanas.
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