En respuesta al endurecimiento de las políticas migratorias por parte del gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump, Panamá ha anunciado que estudiará la posibilidad de trasladar a ciudadanos venezolanos directamente a su territorio o, en su defecto, a un tercer país. Esta medida surge en un contexto de «flujo migratorio inverso» que lleva a los migrantes a retornar de norte a sur, según informó una fuente oficial.
El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, señaló que, pese a la ausencia de relaciones diplomáticas formales, la Cancillería panameña buscará establecer los contactos necesarios con las autoridades pertinentes para facilitar el regreso de los venezolanos a su país de origen. «Con Venezuela no tenemos relaciones diplomáticas, pero la Cancillería panameña efectivamente va a tratar de hacer los contactos pertinentes», declaró Ábrego.
Este traslado se plantea de dos formas: «de forma directa a su país de origen o a través de otro país que lo reciba inicialmente», aclaró el ministro tras una reunión con autoridades de Costa Rica. En este encuentro, se abordó el creciente fenómeno migratorio y se acordó el reforzamiento del paso fronterizo entre ambos países.
Unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá incrementaron su presencia en el área luego de que un grupo de migrantes intentara ingresar al territorio nacional. Según reportes locales, la mayoría de estos migrantes son venezolanos que pretendían avanzar en caravana hacia la capital panameña.
En respuesta a este dinámico flujo migratorio, las autoridades panameñas y costarricenses acordaron trasladar a los migrantes retornados hacia albergues ubicados en las fronteras. Posteriormente, se gestionará su regreso a sus países de origen en aviones financiados por Estados Unidos. Ábrego destacó que la reunión con su homólogo costarricense, Mario Zamora, permitió establecer un «protocolo inicial» que contempla su concentración en el Centro de Atención al Migrante (Catem) en Costa Rica.
Cabe destacar que Panamá suspendió las relaciones diplomáticas con Venezuela el pasado 29 de julio, en medio de la situación política en el país sudamericano tras las elecciones presidenciales. Este contexto añade complejidad a la gestión del retorno de los nacionales venezolanos, subrayando la importancia de los contactos diplomáticos indirectos.
AFP
