El pastor Maikel Pupo, miembro destacado de la Alianza de Cristianos de Cuba, se reportó como desaparecido durante varias horas el pasado 9 de julio. El incidente ocurrió cuando Pupo intentaba visitar a Marta Perdomo, madre de los prisioneros políticos Jorge y Nadir Martín Perdomo, según denunció el activista Alejandro Garlobo a través de redes sociales.
El objetivo del pastor era llevar algunos medicamentos para la nieta de Perdomo y ofrecerle su asistencia pastoral. No obstante, según una publicación en Facebook realizada por la activista Yamilka Lafita (Lara Crofs), a Pupo se le impidió el acceso a la vivienda de Perdomo en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque.
Mientras conversaba por teléfono con otro pastor a dos cuadras del lugar, Pupo desapareció, conforme a la denuncia presentada por Lafita. Horas más tarde, Pupo fue devuelto a su residencia en la ciudad de Camagüey por las autoridades, bajo «restricciones y prohibiciones», según indicó Michel Penichet, coordinador de la Unidad Pastoral.
Este suceso se enmarca en un contexto de creciente presión gubernamental, coincidiendo con el cuarto aniversario de las protestas antigubernamentales de julio de 2021. En dichas protestas, millones de cubanos se manifestaron en todas las provincias del país para exigir el fin del régimen, la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel y mejores condiciones de vida. Como resultado de estas manifestaciones, más de un millar de personas fueron detenidas, y muchas de ellas continúan encarceladas como prisioneros políticos.
El aumento de la represión ha tenido un impacto directo sobre opositores, activistas, presos políticos y sus familiares, generando un clima de tensión y miedo en el país.
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