En un contexto de creciente incertidumbre geopolítica, ciudadanos polacos se están entrenando para enfrentar una potencial invasión rusa en campos militares como el cercano a la ciudad de Wroclaw. Este movimiento ocurre tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que ha generado inquietud sobre el futuro de las alianzas transatlánticas.
Un programa llamado «Entrena con el ejército» está instruyendo a civiles en el uso de armas, combate cuerpo a cuerpo, primeros auxilios y uso de máscaras de gas. El capitán Adam Sielicki, coordinador del proyecto, resalta que «los tiempos actuales son peligrosos» y subraya la necesidad de preparación ante posibles agresiones. Polonia, que comparte fronteras con Rusia y Ucrania, está aumentando su presupuesto de defensa a cerca del 5% de su Producto Interno Bruto, el más alto entre los miembros de la OTAN.
El programa de entrenamiento militar ha alcanzado su capacidad máxima, y el gobierno planea expandirlo para incluir a todos los varones adultos. El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha manifestado su intención de construir el «ejército más poderoso» de la región, reflejado en la reciente compra de equipo militar de Estados Unidos, Suecia y Corea del Sur.
Participantes en el curso, como Dariusz, están listos para defender su país: «La historia nos ha enseñado que tenemos que estar preparados», dice. Por su parte, Bartek asegura que muchos polacos «tomarían las armas» si fueran atacados.
Agata expresa que la elección de Trump ha aumentado la sensación de vulnerabilidad: «Si no estamos preparados y Rusia nos ataca, nos convertiremos en prisioneros». La aparente hostilidad de Trump hacia el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y su acercamiento a Putin han intensificado las preocupaciones en Varsovia.
El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, afirmó que Europa no debería asumir que la presencia de tropas estadounidenses es permanente. Actualmente, EE.UU. tiene 10,000 soldados en Polonia, pero ha anunciado el desmantelamiento de una base en Rzeszow. Polonia está negociando acuerdos de defensa con Francia y Reino Unido para reforzar su independencia militar.
Tomasz Szatkowski, representante polaco en la OTAN, subraya que «EE.UU. no puede darse el lujo de perder a Polonia», pero que el país debe explorar otras opciones y desarrollar sus propias capacidades.
El temor a Rusia tiene raíces profundas en Polonia. Wanda Traczyk-Stawska, de 98 años, recuerda la invasión rusa de 1939: «Es mejor ser un país bien armado que esperar a que pase algo», comenta.
La demanda de refugios antiaéreos ha crecido desde la llegada de Trump al poder. Janusz Janczy, director de ShelterPro, indica que muchos polacos temen que la OTAN no acuda en su defensa.
Aunque solo el 10.7% de los adultos encuestados se uniría al ejército como voluntario en caso de guerra, muchos estudiantes expresan que huirían si Rusia atacara. Marcel, un estudiante de medicina, resume el sentir general: «La guerra está muy cerca, pero se siente bastante lejana».
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