Un grupo de 30 migrantes ecuatorianos, que intentaron llegar a Estados Unidos tras cruzar la peligrosa selva del Darién, ha regresado a Ecuador tras ser deportado desde Panamá. Los migrantes arribaron a la ciudad costera de Manta, y forman parte de los miles afectados por un reciente memorando de cooperación entre Panamá y Estados Unidos, diseñado para reducir la migración irregular.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, mencionó previamente que Ecuador es el segundo país de origen de los migrantes que atraviesan el Darién de forma irregular. Entre los deportados, nueve enfrentan acusaciones de homicidio, narcotráfico y otros delitos graves, con presuntos vínculos a grupos delictivos como «Los Lobos» y «Los Choneros».
A su llegada, los migrantes fueron recibidos por las autoridades ecuatorianas, incluyendo la Cancillería, Migración y la fuerza pública. Kleber Congo, uno de los deportados, expresó su frustración, describiendo el trato recibido en Panamá como «humillante y severo». Juan Taipe, otro deportado, relató haber sido víctima de robo y abuso durante su travesía por el Darién, destacando las duras condiciones que enfrentaron.
La Cancillería de Ecuador aseguró haber coordinado el proceso de deportación con Panamá para garantizar los derechos de los migrantes. A su arribo, los deportados fueron sometidos a evaluaciones médicas, en las que se identificaron principalmente casos de deshidratación y malestares gripales.
Este año, más de 230,000 personas han cruzado el Darién, aunque se ha registrado una disminución del 27% en comparación con el año anterior. A pesar de los esfuerzos regionales por desalentar la migración irregular, muchos continúan arriesgando sus vidas en peligrosas rutas en busca de un futuro mejor.