El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, negó este sábado haber solicitado apoyo militar a Estados Unidos para abordar la crisis migratoria en la selva del Darién, desmintiendo las afirmaciones realizadas por John Bolton, exasesor del expresidente estadounidense Donald Trump.
En declaraciones al diario El País, Bolton aseguró que Mulino había solicitado el despliegue de tropas estadounidenses en la frontera entre Colombia y Panamá, conocida como el tapón del Darién, donde diariamente cientos de personas cruzan con la intención de llegar a Estados Unidos. En respuesta, Mulino emitió un comunicado en el que aclaró que la gestión de la oleada migratoria en el Darién fue llevada a cabo exclusivamente por fuerzas panameñas, respaldadas principalmente por recursos nacionales y apoyo de organismos internacionales.
Mulino destacó que las declaraciones de Bolton constituyen una falta de respeto hacia el pueblo panameño y en particular hacia las fuerzas de seguridad que trabajaron arduamente enfrentando adversidades, mostrando valor y determinación. Asimismo, el mandatario afirmó haber firmado en 2024 un acuerdo con el expresidente demócrata Joe Biden, sucesor de Trump, aclarando que dicho pacto nunca implicó una solicitud de asistencia militar.
En un mensaje previo en la red social X, Mulino calificó las declaraciones de Bolton como «falsas y temerarias», subrayando que la frontera fue asegurada gracias al esfuerzo integral de Panamá, sin requerir apoyo militar externo. Según el mandatario, la problemática en el Darién ha sido superada, lo cual ha demostrado con «pruebas evidentes» ante Estados Unidos y el mundo.
Durante los últimos tres años, más de un millón de migrantes, en su mayoría venezolanos, atravesaron la peligrosa selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos, enfrentando desafíos como animales salvajes, ríos caudalosos y grupos criminales. No obstante, el flujo migratorio ha disminuido considerablemente debido al temor a las deportaciones masivas impulsadas por Trump, quien desde su regreso a la presidencia en enero ha declarado una emergencia en la frontera con México para impedir la entrada de personas sin visa.
Ante la disminución del tráfico migratorio por el Darién, Panamá ya había anunciado en marzo el cierre de varios albergues en la zona, los cuales fueron establecidos con el apoyo de organismos internacionales para atender a los migrantes en tránsito.